Hace tiempo que la homosexualidad dejó de ser un capítulo de la medicina y la psiquiatría, y nadie medianamente informado considera a estas alturas que se trate de una enfermedad. Los primeros intentos por detectar diferencias psicológicas o anatómicas entre heterosexuales y homosexuales, y por encontrarle a la homosexualidad una causa o, peor, una «cura», estuvieron motivados por prejuicios y animadversiones. Casi todas las teorías surgidas de aquellos intentos han sido ya suficientemente desmentidas. En años recientes, sin embargo, una nueva clase científica, estimulada por los avances de la ingeniería genética y las neurociencias, ha hecho descubrimientos que apuntan a la posibilidad de que la orientación sexual esté, al menos en parte, escrita en nuestra biología. Pero también es cierto que en culturas y sociedades donde no se condenan los actos homosexuales parecería darse una confirmación de las ideas de Freud acerca de la bisexualidad innata de todo ser humano. En su faceta de divulgador científico, González de Alba, haciendo amenos y accesibles los descubrimientos de la ciencia, la antropología y la psicología en torno a las diversas expresiones de la sexualidad, defiende el papel del conocimiento en la creación de un mundo en el que convivan heterosexuales sin fobias, homosexuales satisfechos y bisexuales sin desgarramientos.
Este libro hace una amena y esclarecedora narración de la aventura seguida por la física en los últimos cien años. Está dedicado a jóvenes que piensan elegir carrera profesional y a quienes se preguntan qué es el mundo y de qué está hecha la materia, por qué es tan famoso Einstein, qué preguntas se plantean los físicos. Escrito como una conversación y evitando al máximo el lenguaje técnico, intenta mostrar que ésta, la ciencia más �dura�, plantea mayores portentos y más extraordinarios prodigios que los pregonados por las creencias esotéricas de todo tipo que hoy nos invaden.