Manuel Pérez Sánchez

Este trabajo del Dr. Pérez-Sánchez es el relato de la observación de un bebé en sus relaciones con su madre, familia y medio ambiente, con un intento de comprensión psicoanalítica. Es un ejercicio de reconocimiento de las emociones de los primeros estadios de la vida para conseguir alguna experiencia de etapas primitivas en la evolucion del psiquismo. La observacion de bebes, como sugiere la creadora del metodo, Esther Bick, es util para entender mejor la conducta no verbal del niño y sus juegos, para que los estudiantes puedan comprender mas claramente la experiencia infantil de sus pequeños pacientes y observar el desarrollo de un bebe desde el nacimiento, etc. Este metodo puede asimismo ser de gran utilidad como aprendizaje para la recoleccion de datos y la formacion del pensamiento cientifico. Este libro sera de utilidad para cualquier persona que trabaje en relaciones humanas: trabajadores sociales, personal de guarderias, pedagogos, pediatras, psiquiatras, etc. A la claridad y sencillez expositiva, el Dr. Perez-Sanchez añade el rigor y precision del metodo aprendido durante su colaboracion en Londres con E. Bick. El interes despertado por este libro ha hecho posible su publicacion en italiano, frances y brasilero. La edicion inglesa se halla igualmente en prensa. El texto aparece con pequeñas modificaciones respecto de la primera edicion, aunque, para incrementar su utilidad, se ha añadido un Indice analitico y de nombres.

Desde el bebé, desde la observación de bebés y desde un largo recorrido clínico y terapéutico, el autor extiende en esta obra un puente entre la experiencia vital primitiva y algunos pensadores. De Nietzsche a Wittgenstein y Santallana, pasando por Rilke, Onfray y haciendo escalas en Zambrano, San Agustín y Arendt; con la ayuda de Freud, Klein, Bion, Bick, Meltzer, se construye un camino filosófico y analítico, amparado por la certeza de la evocación primigenia y nueva del bebé y consecuente con el método de observación de bebés y la observación psicoanalítica, se pretende dar consistencia al pensamiento y a la investigación sobre la mente humana. El bebé, como ser pensante, con capacidad de inicio, y como germen para lo nuevo e inédito, es al tiempo una metáfora vivificante, capaz de establecer, desde su fragilidad, puentes de sentido con los pensadores. Manuel Pérez-Sánchez llama la atención sobre la infancia y señala el coraje y originalidad poética de la misma para afrontar la desorientación de nuestro tiempo actual, pero al tiempo advierte la necesidad de tener la mente clara y percibir que el bebé es un fuego, que puede calentar o bien quemar y destruir la casa a la que llega.