MANUEL PIEDRAHITA

Este manual ha sido escrito especialmente para el uso académico de los estudiantes de Ciencias de la Información y, también, como guia concisa y compacta para los profesionales del periodismo impreso o audiovisual. El autor, que profesionalmente ha trabajado en ambos campos -fue corresponsal de TVE en Alemania- utiliza un lenguaje claro en la explicacion de sus experiencias, sus investigaciones y sus estudios sobre las materias del libro. Se permite, ademas, no solo una exposicion simplemente academica sino que tambien plantea reflexiones muy utiles para jovenes necesitados de alguna orientacion sobre el futuro de la informacion en la sociedad planetaria. Despues de todo, como se interrogaba Arnold Toynbee, ¿Estamos bien informados?. No exagero si pronostico que el futuro de la sociedad humana depende de la respuesta a esta pregunta. ¿Como podremos valorar el periodismo impreso, audiovisual, y electronico del siglo XXI?. El periodismo como aun se entiende por la generacion de la galaxia Gutemberg, probablemente esta en via de extincion. Es un instrumento primordial de mass communication. Se habla cada dia mas de comunicadores, en lugar de periodistas. Comunican hechos banales o reclamos publicitarios, con la misma valoracion que noticias de gran importancia para el ser humano. El ser humano conoce ahora en apenas un dia, gracias a la television planetaria o los transportes supersonicos, lo que tardaba en conocer toda su vida hace mil años, cuando su radio de accion se limitaba a 25 kilometros y a tratar con mil personas como mucho. Surge, pues, la necesidad de informar de una forma distinta de la tradicional. El libro esta estructurado en cuatro partes, con una reflexion previa. Abarca, con estilo periodistico, un amplio abanico de temas que dan respuesta al titulo.

Obra que sale de nuevo con un título diferente e incluso más acorde con su contenido: Periodismo Moderno. El autor se ha permitido apostillar tanto la Introducción como cada capítulo, con reflexiones actuales añadidas a las que ya hizo anteriormente. Siguen validas, siempre que se conciba el periodismo sustentado sobre sus cimientos eternos: al servicio de la sociedad y no a mayor gloria de intereses politicos o privados.Indice Extractado: Prologo. Prologo a la nueva edicion. Introduccion. La noticia. La pagina editorial. Periodismo politico. Periodismo universitario. La participacion. Periodismo grafico. Periodismo y tecnologia. La manipulacion. Documentacion e investigacion. Hacia el siglo XXI. Bibliografia. Indice de personas. Indice de medios informativos.

El libro está basado en las vivencias propias de su autor, aunque al mismo tiempo no dejan de estar entremezcladas con la fantasía y la ficción. De hecho, su autor Manuel Piedrahíta, periodista y ahora literato, no es el protagonista de la novela, a pesar de estar escrita en primera persona. Lo es Federico Moreno, un hombre que reside en Vistanueva, un pueblo andaluz inventado, cuya obsesión por conocer la vida que llevó su padre antes de morir -y al que no llegó a conocer- lo persigue hasta el punto de soñar a diario con él.A su padre lo mataron antes de él nacer. En este sentido, Federico busca a lo largo de todo el libro en el pasado y encuentra una vida, la suya, que transcurre paralela a la que en su día vivió su progenitor. "Federico vuelve a sus orígenes en una búsqueda por conocer la verdad de lo que le ocurrió a su padre, impregnando tanto su retórica como su mundo imaginario y conceptual", puntualiza Mármol, su editor.La historia se desarrolla en el contexto de la Guerra Civil Española y la Posguerra y refleja "un contraste entre la sociedad urbana y la agraria, mezclando la pasión de la tierra, del olivo, con la pasión amorosa", como asegura Mármol. De hecho, el hilo conductor de la novela es, según éste, el olivo. Tanto es así que en el pueblo le tienen especial devoción a este árbol, así como a todo lo que está relacionado con él porque es el resultado del trabajo de tres generaciones, "el abuelo lo planta, el hijo lo poda y el nieto recoge el fruto".

TVE ha sufrido excesivas convulsiones a lo largo de su historia que se inició en el Paseo de la Habana madrileño durante los años 50. Desde entonces muchas cosas, quizá demasiadas, se han desarrollado defectuosamente en especial cuando era "la mejor televisión de España" pues no sufría la competencia de las cadenas comerciales. Pero al irrumpir las cadenas privadas en la oferta televisiva, a los defectos estructurales se añadieron los derivados de la financiación. La "tarta publicitaria", que alimentaba los presupuestos del Ente, hubo que repartirla y en ese momento se agudizaron los problemas. Hoy se hacen más evidentes al desaparecer toda la publicidad de RTVE: la televisión pública no emitirá anuncios al igual que desde siempre no lo hizo Radio Nacional. ¡Qué tarde llega lo que pudo hacerse en 1980! Pero como se recoge en este libro, los poderes públicos no entendieron entonces, o no quisieron entenderlo, "el significado del servicio público de la televisión" y se dejaron arrastrar por ese tópico de "lo que quiere la gente" para apelar a los bajos instintos de la condición humana; una manera explícita de servir al poder político que venera los índices de audiencia por encima de todo. Necesita a esa audiencia tan receptiva a los mensajes o consignas políticas que les suministra, especialmente, vía telediarios.