Todos los que han pasado por la escuela primaria saben leer, en un sentido: descifran los signos escritos y asocian las palabras a determinados significados. Aun así, esta capacidad meramente técnica no basta para ser lo que se llama un buen lector: alguien que sabe leer criticamente, que comprende a profundidad los textos y dialoga con ellos, que reflexiona y es capaz de tener un juicio propio, que al leer estimula y pone en accion su pensamiento, que aprovecha al maximo sus horas de lectura y sabe distinguir entre lo sustancial y lo prescindible.
Desde tiempos inmemorables la lectura ha sido el recurso didáctico más importante en la educación. Sin embargo, parece que en la actualidad se olvida su importancia, y los profesores que trabajamos como docentes en la educacion media-superior y superior, nos preguntamos ¿que sucedio? ¿porque no leen los estudiantes y, lo que es mas, por que no saben leer? con frecuencia no entienden el significado ni el sentido de lo que leen y no captan las ideas y sentimientos que el autor expresa. Por consiguiente ¿si los alumnos no saben leer, como es posible que utilicen la lectura como un instrumento de su aprendizaje? ¿En la era de la informacion, pueden enfrentarla, si no saben leer? ¿Podrian ser profesionistas comprometidos, si no pueden evaluar la informacion escrita? ¿Sera la lectura un medio para la reflexion, si no se sabe leer? Lo que es mas ¿es posible fomentar la lectura, si no se sabe leer? La Universidad Iberoamericana reconoce el problema de la lectura como uno de los problemas sustantivos de la educacion por lo cual, durante varios años, realizamos una investigacion sobre el estado de lectura de los estudiantes en los diferentes niveles de la enseñanza. Como resultado encontramos que una gran mayoria de los alumnos, en todos los niveles, no sabe leer de acuerdo con las demandas que la educacion y las actividades de la vida contemporanea requieren: no estan capacitados a definir de que trata el texto, que quiere el autor demostrar ni alcanzan a analizar como lo demuestra, no pueden evaluar el texto, menos aun, a desarrollar conceptos y llegar a conclusiones propias. Por lo tanto, a partir de la lectura no pueden tomar decisiones responsables, sus intereses permanecen estrechos, dependen irreflexivamente de cualquier contenido, son facilmente adoctrinados y es evidente que sus horizontes culturales y laborales seran escasos y pobres. Con este libro se pretende apoyar a los profesores para que acompañen a sus alumnos en la tarea de desarrollara habilidades y estrategias que los conduzcan a construir algunas de las competencias genericas que en la actualidad la educacion exige, es decir, que esten capacitados a leer como la educacion superior lo requiere: tomar una posicion frente a los diferentes textos, extraer informacion, valorarla y utilizarla como guia en los procesos de razonamiento.