Milton D. Heifetz

Esta hermosa guía de los senderos del cielo nocturno introduce al lector en las constelaciones del hemisferio norte, sin necesidad de equipo.

¿Qué estrella es aquélla? ¿Dónde está la Osa Mayor? Es fácil responder a estas preguntas después de leer 'Un paseo por las estrellas', una bella guía del cielo nocturno. Sus mapas, de sencilla interpretación, nos bastan para encontrar a simple vista las constelaciones y los caminos de una a otra. Los mitos y leyendas a que hacen referencia sus nombres vienen explicados de forma sucinta y amena, aumentando la fascinación que todos sentimos al contemplar una noche estrellada. No necesitamos equipo para usar esta guía práctica, tan sólo nuestros ojos y un cielo despejado. La presente edición ofrece una nueva versión revisada y ampliada, en la que los autores han dado cabida a un buen número de mitos de culturas no occidentales, como la polinesia o la africana.

¿Qué estrella es aquélla? ¿Dónde está la Osa Mayor? Es fácil responder a estas preguntas después de leer 'Un paseo por las estrellas', una bella guía del cielo nocturno. Sus mapas, de sencilla interpretación, nos bastan para encontrar a simple vista las constelaciones y los caminos de una a otra. Los mitos y leyendas a que hacen referencia sus nombres vienen explicados de forma sucinta y amena, aumentando la fascinación que todos sentimos al contemplar una noche estrellada. No necesitamos equipo para usar esta guía práctica, tan solo nuestros ojos y un cielo despejado.

Este libro presenta los patrones que dibujan las estrellas del hemisferio norte, contiene mapas esquemáticos y sencillas indicaciones para identificar las constelaciones principales y localizar, en ellas, las estrellas mas brillantes; se incluye, ademas, la narracion de los mitos y leyendas sobre el firmamento, algunos de los cuales datan de hace miles de años, para aumentar la fascinacion que se siente ante el misterio de las estrellas. Atrevanse a caminar entre las estrellas. Aunque estan lejos, para el viaje que proponen Heifetz y Tirion no hace falta absolutamente ningun equipaje: tan solo los ojos y un cielo despejado.