El cuerpo enunciado toma el reciente boom del tatuaje como una ventana desde la que observar y preguntar sobre nuestro presente. Frente a los discursos que limitan el tatuaje a un ejercicio más de individualismo, el libro plantea el tatuaje como un espacio lleno de contradicciones y ambivalencias, y por tanto un elemento muy rico para el analisis. Frente a la vision del tatuaje como un ejercicio narcisista, el libro lo plantea como uno de los pocos elementos que quedan de adhesion comunitaria. Ademas, el tatuaje es un espacio privilegiado para preguntarnos sobre nuestra relacion con el trabajo, con la perdida de control que implica la Modernidad, con la tension entre la identidad y la marca personal bajo el capitalismo y con el miedo al olvido y el paso del tiempo.