En los convulsos años treinta del siglo pasado, castigados por la Depresión y conmovidos por el enfrentamiento entre fascismo y democracia, no pocos artistas e intelectuales europeos se afiliaron al movimiento comunista, que prometia establecer el paraiso social de un Estado obrero. Algunos militantes surrealistas, entre ellos Luis Buñuel, se afiliaron entonces al Partido Comunista, liderado por la Comintern, que en 1935 troco sus ideales revolucionarios por la defensa de la Union Sovietica de la amenaza de Alemania y Japon mediante los Frentes Populares interclasistas y antifascistas. Buñuel sirvio a esta causa politica hasta su exilio norteamericano en 1938, a causa de la tragica agonia de la Republica Española. Comprensiblemente, Buñuel siempre eludio reconocer con posterioridad aquel compromiso politico, tanto para evitarse problemas como residente en Estados Unidos (pese a ello, los tuvo), como para evitarselos a su familia residente en España bajo la dictadura de Franco y para poder visitar su propio pais. Este libro aporta una cuantiosa e inedita informacion documental sobre las actividades de Buñuel en aquella decada tragica, en el cine y fuera de el, y traza un revelador panorama de su paisaje politicocultural.