Pedro M. Hurtado Valero

¿Qué esquemas de conducta subyacen a la reciente crisis económica, más allá de las actuaciones de tal político denostado o de los financieros réprobos que, según el común diagnóstico, la trajeron? Para responder hay que interpretar los mecanismos que impulsan nuestro sistema, y el sentido de su historia y de sus correcciones, pero, sobre todo, hay que descubrir la clase de hombre creada por el mercado. Tambien se habran de alumbrar los derroteros de la poblacion en los paises ricos, conectados con el fenomeno de la inmigracion y de la economia globalizada, para descubrir sus contradicciones. Y no debe olvidarse el mundo pobre, cuya salvacion real, y cinica al margen de inutiles sentimientos morales , vendra del capital ecumenico a medida que este precise extender el gran consumo a todo el orbe. Precisamente ahora se cumple el destino de Europa, y de Occidente, que ha colonizado el mundo entero a cambio de sumergirse en un estado de penuria espiritual latente.Como consciencia ironica de la sociedad de hoy, este ensayo se centra en la actual agenda de pensamiento y descubre la falsedad cultivada bajo la variedad de opiniones por las fidelidades partidistas y por el pensamiento facil. Y lo hace rompiendo el molde expositivo, propio del genero, y asumiendo a veces rasgos teatrales y narrativos para multiplicar los puntos de vista en un discurso polifonico que atenua cualquier impresion de dogmatismo

¿Qué esquemas de conducta subyacen a la reciente crisis económica, más allá de las actuaciones de tal político denostado o de los financieros réprobos que, según el común diagnóstico, la trajeron? Para responder hay que interpretar los meca¬nis¬mos que impulsan nuestro sistema, y el sentido de su historia y de sus correcciones, pero, sobre todo, hay que descubrir la clase de hombre creada por el mercado. También se habrán de alumbrar los derroteros de la población en los países ricos, conectados con el fenómeno de la inmigración y de la economía globalizada, para descubrir sus contradicciones. Y no debe olvidarse el mundo pobre, cuya salvación real, y cínica —al margen de inútiles sentimientos morales—, vendrá del capital ecuménico a medida que éste precise extender el gran consumo a todo el orbe. Precisamente ahora se cumple el destino de Europa, y de Occidente, que ha colonizado el mundo entero a cambio de sumergirse en un estado de penuria espiritual latente. Como conscien¬cia irónica de la sociedad de hoy, este ensayo se centra en la actual agenda de pensamiento y descubre la falsedad cultivada —bajo la variedad de opiniones— por las fidelidades partidistas y por el pensamiento fácil. Y lo hace rompiendo el molde expositivo, propio del género, y asumiendo a veces rasgos teatrales y narrativos para multiplicar los puntos de vista en un discurso polifónico que atenúa cualquier impresión de dogmatismo

Cuando el ser humano encuentra segura la satisfacción de sus urgencias —al contrario del que lidia por sobrevivir a diario—, tiende a degradarse en cuanto a contenidos mentales a no ser que su espíritu se esfuerce por evitarlo, tal como han hecho los creadores distinguidos y quienes gozan esas creaciones; cuando falta ese esfuerzo, la gente corre el peligro de entregarse a lo fácil y al cultivo que la degrada. Este individuo no se exige prestancia de espíritu, y eso produce vileza en los medios que lo entretienen y en los gerifaltes que lo guían, degradación del sistema educativo y de los modelos, torpeza en las emociones, anemia en los jóvenes, sandez en la cultura de consumo masivo. La chusma —degradación de la gente— cobra por su volumen un relieve del que no disfrutaba antaño, e instaura sus propias élites. La rebelión de las chusmas significa el triunfo de la falta de exigencia en una sociedad, confusa en cuanto a valores, que hunde sus raíces en la comodidad del medio y se explaya en la vulgaridad pública y de los caracteres. Frente a tal fenómeno, este libro pretende una crítica del poder, que no rige desde la altura, sino que dimana de abajo porque reside en el pueblo que vota en las elecciones y elige en el mercado, y en la libertad de expresión que practica cualquier sujeto.

Hemos ingeniado numerosos juegos para solazarnos; jugamos en las relaciones sociales desempe-ñando papeles con sus pertinentes máscaras; y el mundo semeja un gran juego que avanza subyugado por reglas, en el que, armados de nuestros saberes, jugamos para

El análisis sintáctico que este ensayo propone sólo intenta explicar la estructura del mensaje como expresión de unas acciones cognitivo-lingüísticas efectuadas por el hablante. Éste realiza, mediant

Nadie puede vivir su muerte, pero mediante el distanciamiento de la escritura uno puede enajenarse de sí y empezar a morirse por propia cuenta. Es lo que, ante su trance supremo, hace el anciano cuyo testamento ha conformado este libro: desprenderse de sí en un ejercicio de pensamiento preparatorio para la muerte. Veremos a este pensador anónimo desprenderse de los avatares que compusieron su vida, de la angustia del tiempo que lo aguijoneó con sus afanes, del miedo a la muerte sentida como misterio; lo veremos liberarse de los vínculos que lo ataron y del bagaje formado por sus palabras y sus ideas, por sus secretos y sus mentiras; lo veremos posar su mirada en las cosas del mundo, en los lugares y en los momentos, para forjar una ontología a la luz de su ocaso íntimo; lo veremos analizar lo que integra su ser personal y único, mientras lo va perdiendo; en fin, veremos a un hombre que, haciendo hora para la muerte, se pregunta por el sentido de todo a fin de liquidar sus últimas inquietudes y asegurarse un ánimo tranquilo con que morirse. El libro constituye una muestra de filosofía cotidiana, sentida al filo de lo vivido. Por ello rezuma una cercanía que provocará en el lector la impresión de una filosofía novelada.