Las piedras coexisten, las personas convivimos. Y esta inevitable relación es fuente de posibilidades y fuente de conflictos, contradictorio manantial de dichas y desventuras. La inclemencia de los tiempos, la violencia rampante, el desplome de certezas morales, producen disfunciones personales y sociales que es necesario abordar, porque causan desdichas e injusticias, que son otro tipo de desdicha. De ahi la necesidad de introducir las competencias sociales y ciudadanas en todos los niveles -formales e informales- de la enseñanza. La tesis de este libro es que se trata de una competencia que unifica saberes psicologicos y propuestas eticas. Al hablar de aprender a convivir forzosamente nos referimos a convivir bien, y esto exige una adecuada teoria de los valores y un modelo claro de la sociedad para la que estamos educando.Las piedras coexisten, las personas convivimos. Y esta inevitable relación es fuente de posibilidades y fuente de conflictos, contradictorio manantial de dichas y desventuras. La inclemencia de los tiempos, la violencia rampante, el desplome de certezas morales, producen disfunciones personales y sociales que es necesario abordar, porque causan desdichas e injusticias, que son otro tipo de desdicha. De ahi la necesidad de introducir las competencias sociales y ciudadanas en todos los niveles -formales e informales- de la enseñanza. La tesis de este libro es que se trata de una competencia que unifica saberes psicologicos y propuestas eticas. Al hablar de aprender a convivir forzosamente nos referimos a convivir bien, y esto exige una adecuada teoria de los valores y un modelo claro de la sociedad para la que estamos educando.