Este libro del famoso historiador Ricardo de la Cierva se ha convertido en un best-seller, pese a la poca o nula publicidad que los medios de comunicación le han hecho (¿por qué será?). Las revelaciones que hace ponen los pelos de punta, citando con nombres y apellidos a banqueros, periodistas, políticos y famosos que pertenecen a sectas masónicas como Bilderberg. ¿Vas a ser el único que no lo ha leído?.
Éste es un relato histórico del mundo de pasiones y corrupciones que fue la Corte española del siglo XIX, en la que florecieron sorprendentemente altos ejemplos de virtud y de santidad. Nunca se habían expresado con tanta motivación y tanta fuerza acontecimientos tan importantes y sugestivos como mal conocidos. Este libro es la novela histórica que ha cambiado la Historia del siglo XIX en España y, desde el ángulo de visión español, en Europa.
Los signos del Anticristo no es un libro fantástico sobre los Horrores del Año Dos Mil, sino un estudio de Historia y de Prospectiva sobre la presencia del Anticristo en el pasado, el presente y el futuro de la Humanidad. Dos apóstoles señalaron la presencia de los anticristos, en el propio siglo I de Cristo. Como personalidad individual y colectiva el Anticristo ha estado siempre presente en la historia humana, lo está hoy y lo estará en el Día Final, con la forma profetizada por San Juan en el Apocalipsis, las dos Bestias, la Bestia del Mar y la Bestia de la Tierra.
En este libro Ricardo de la Cierva combinó el respeto y la admiración hacia don Alfonso como gran Rey constitucional y la verdad desnuda sobre muchos misterios de su vida pública y sobre su vida privada que tuvo graves consecuencias en la via pública.
Al cumplirse veinticinco años de la muerte de Franco parece más necesario que nunca situar a Franco en la Historia. Así lo proclamó el Rey de España en el memorable discurso ante las Cortes, cuando juró aceptar la sucesión de Franco a título de Rey. Así lo decidimos, sin excepción, los candidatos a las elecciones generales de 1977 por las que se establecía la democracia en España. En ellas la figura de Franco se mantuvo en la Historia, sin ser objeto de la polémica política.
Con este libro se pretende el difícil objetivo de conseguir una primera aproximación histórica, en la que no se rehúya ni uno solo de los problemas que todavía suscita el 23-F
Don Juan de Borbón fue un pretendiente variable. Permitió que sus adictos, una minoría mínima que se contaba por docenas, le llamasen Rey, pero cuando entregó al Rey don Juan Carlos su renuncia en 1977, según veremos en detalle, le declaró heredero directo de don Alfonso XIII, como al año siguiente haría la Constitución vigente.
