Santos Casado de Otaola

Las fotografías de este librito presentan ante los ojos del lector algunas de las especies de la fauna iberica tal como las inmortalizaron Jose María y Luis Benedito que, en las primeras decadas del siglo XX, llevaron a cabo en el Museo Nacional de Ciencias Naturales una importante labor de taxidermia cientifica. Las imagenes se complementan con textos que describen los grupos biologicos de los hermanos Benedito y dan a conocer una tecnica en la que se combinan la expresividad del escultor y los conocimientos del naturalista. Los grupos de aves y de mamiferos ibericos estan formados a menudo por parejas con sus crias, lo que permite presentar las variantes morfologicas propias de individuos de distinto sexo y edad. Los animales aparecen situados en un fragmento de su habitat natural, reflejo de la voluntad de rigor cientifico que siempre ha acompañado a esta tecnica en los museos de historia natural.

Todos los científicos buscan, en última instancia, conocer la naturaleza. Pero mientras a unos esa búsqueda les lleva a lo abstracto y lo universal, otros permanecen fieles a la naturaleza concreta y local. Son los naturalistas. Su ciencia está en el campo, en el bosque, en la montaña. Sus objetivos son las rocas, las plantas, los animales. En este libro se traza la biografía conjunta de tres de los más relevantes naturalistas en la España de finales del XIX: Ignacio Bolívar, Salvador Calderón y Francisco Quiroga. Tres naturalistas y tres amigos, porque juntos compartieron un empeño común para reactivar la investigación geológica, botánica y zoológica en una España en la que estaba casi todo por hacer.

¿Qué hace de la naturaleza una referencia común y positiva para tantos afanes de renovación en la atribulada España de entresiglos? Frente a la amenaza de la decadencia nacional, bosques, campos y montes ofrecieron una contraimagen inocente y esperanzada. La naturaleza apareció una y otra vez entrelazada en los discursos de degeneración y regeneración, así como en las prácticas propugna-das o ensayadas por reformadores, ingenieros, urbanistas o pedagogos de todo signo. Este ensayo es un recorrido por las diversas formas científicas, culturales y sociales de redescubrimiento del entorno natural que se dieron en las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del siglo XX. Santos Casado revisa las lecturas identitarias del paisaje, la construcción científica de una imagen de la naturaleza nacional, los esfuerzos técnicos en torno a los bosques y otras riquezas naturales, las nuevas prácticas del excursionismo y el montañismo, la creación de los primeros parques nacionales o las innovaciones propugnadas por higienistas, naturistas y educadores, para ofrecer así una visión panorámica de los orígenes del prestigio cultural de la naturaleza en la España contemporánea.