Y. TOESCA

Habréis oído muchas veces decir que el porvenir del niño se determina antes de los seis años, que su personalidad está prácticamente hecha a los 10 años, que algunas desviaciones de la adolescencia tienen su explicación en la pequeña infancia. Quizá hayáis oído a alguien lamentarse de que no se haya detectado antes un trastorno de tal niño que hubiera permitido reeducarle u ocuparse de él de una manera más precoz y más eficaz. También os habréis preguntado sin duda lo que ocultan los términos científicos de lateralidad, eneuresis, dislexia... A todas estas preguntas con que os habéis encontrado o que sin duda os plantearéis si tenéis un hijo, queremos responder con esta Guía.