El haber aprendido a ver me enseñó a sentir; a sentir al hombre y al vasto y complejo mundo que lo rodea, sentimientos que en más de una ocasión activaron automáticamente el obturador de mi cámara. Aun contemplo fotos que no se en que momento pude haberlas tomado. () Al ver varias de ellas experimentaba una extraña sensacion que me alteraba: algunas de mis fotos tenian alma. Nereo Edicion Bilingue.