EL TIEMPO PERDIDO

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ARPA EDITORES - 9788419558909

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Opiniones sobre EL TIEMPO PERDIDO (EBOOK)


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2 opiniones de usuarios


Carlos

12/08/2024

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El lenguaje claro, como cortesía de la filósofa. El texto expone la afección en el espíritu de nuestra época -en el contexto de las democracias capitalistas de mercado pletórico-. Si bien la tesis es la idea de que nunca hubo una Edad Dorada, que no es más que el objeto que el melancólico se niega a perder, la discrepancia con la autora, es en la idea misma de Edad Dorada, si, nunca existió. Pero si se han dado momentos históricos en que las masas oprimidas podían desarrollar proyectos personales que rompían con las herencias de económicas y culturales de los padres o abuelos. La misma autora en la primera parte de texto lo desvela, pero no sigue ese hilo: trabajo y vivienda. Otra idea que da por sentada es la de Occidente, pues esta es sin duda oscura y confusa. Por lo demás el texto, que mezcla a Freud-Hegel-Marx con la idea del tiempo perdido de Proust, a vista de un iniciado en la filosofía, es un buen análisis de lo que acontece en el presente. En definitiva, puede que el mejor ensayo sobre el movimiento reaccionario, la crisis psíquica de la actualidad, y la falta de imaginación para repensar la realidad, a pesar de las discrepancias con algunas lineas que expone el texto. Muy recomendable.


JR

01/07/2024

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En un lenguaje bastante enrevesado y falto de ritmo la autora nos intenta convencer de que jamás existió una Época Dorada, ni tan siquiera un tiempo mejor que el actual. Al igual que sucede con infinidad de periodistas, escritores y divulgadores actuales la autora nos sumerge en una historia paralela que poco tiene que ver con la realidad actual en la que vivimos. De algún modo la teoría de que los melancólicos (así los denomina en su libro) no ansían revivir tiempos perdidos en el pasado, sino engrandecer su ego con argumentos aferrados a su propia identidad e ideales, cala en lo más profundo de este tipo de discursos. Lo curioso del tema, y es algo que incluso la autora reconoce, es que cada vez hay más supuestos melancólicos. Incluso muchos de ellos ni siquiera vivieron esa Epoca Dorada que tanto se ansía desde buena parte de la sociedad. ¿Quizás sea esto un dato significativo de que el rumbo hacia el que nos dirijamos no es el correcto? ¿Es posible que los supuestos melancólicos si vivieran tiempos más fluidos socialmente, más seguros en términos generales y en definitiva mejores?…el tiempo lo dirá, ese al que supuestamente se aferran los melancólicos sin dejar morir aquello que nunca existió…o eso argumenta la autora.


Del 1 al 2 de 2