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4 opiniones de usuarios
Angie
28/09/2020
Bolsillo
Lo mejor son los capítulos sobre personajes reales. Por ejemplo, Kant.
la-vieja-piragua
23/10/2014
Bolsillo
Que un asesino a sueldo sufra una hipocondría tan exagerada que le obstaculice el desarrollo de su trabajo y que piense que es él, en vez de su víctima, el que está viviendo el último día de su vida, es a priori un planteamiento ingenioso y original. Si además el autor intercala entre las peripecias de su protagonista anécdotas de ilustres escritores que sufrieron la misma enfermedad, parece que deberíamos estar ante una novela original e interesante tanto para los aficionados a la novela negra como a la literatura en general. Sin embargo, en mi caso, las expectativas se me vieron defraudadas enseguida. Veamos, la novela está bien escrita, no hay nada en el estilo de lo que avergonzarse, y la idea es efectivamente curiosa y divertida. El problema es que nunca debería haber sido una novela, sino algo de menor extensión como un cuento o, en el mejor de los casos una novela mucho más corta. La dejé en la página 76 porque ya tenía bastante; el personaje y sus achaques parecían haber dado de sí todo lo que tenían y la historia me empezaba a resultar ya bastante reiterativa. A lo mejor la trama daba después un giro sorprendente, no tenía pinta, pero nunca lo sabré porque, la verdad, no me apetecía continuar leyendo 170 páginas más. Muñoz Rengel es un cuentista y, al parecer, bueno. No entiendo qué necesidad tenía de meterse en una novela si no es el género en el que se siente más a gusto. Borges no lo hizo.
Jionni
30/04/2013
Bolsillo
Muy original y gracioso en algunos momentos.
Rbarmel
20/03/2013
Bolsillo
Pocos libros llaman tanto la atención con un título o con una buena imagen de portada como en este caso. Esto puede jugar a su favor o en su contra, y eso queda que lo decidas tú. Para mi gusto, empieza muy bien, con un humor oscuro que hace que enseguida le cojas cariño al maniático de su protagonista, pero pierde fuelle según avanza la trama. Aunque es un gran personaje, yo me quedo con ganas de más, con ganas de saber cómo llegó hasta ahí, con ganas de saber cómo fue su vida, de por qué hace lo que hace. Sin embargo, a la mitad de la historia más o menos deja ver que su agudeza mental es sólo fachada, y la trama acaba resolviéndose a marchas forzadas. Debería haber invertido má tiempo en el final. En defeinitiva, es como esas atracciones en las que te montas y al principio sientes que todo es genial, pero mirándolo desde fuera te das cuenta que no es para tanto.