¿Estás listo para descubrir esta fascinante saga? Sumérgete en un mundo lleno de nuevos horizontes, personajes inolvidables y giros que te cautivarán. Esta serie promete llevarte a emocionantes aventuras literarias. ¡La magia de la lectura te espera!
Cada vida cuenta. Cada cuento es vida.Mi nombre es Dumbia y tengo cuatro hermanas: Akassi, Assamala, Meliane y Yedei. Akassi es la mayor, tiene dieciseis años. Yo tengo quince y mis hermanas pequeñas tienen doce, siete y cinco.Mis hermanas pequeñas y yo estábamos muy enfadadas. Nos habían dicho que nuestra hermana mayor tenía que irse a una celebración y que nosotras no podríamos ir. En aquel momento era una gran injusticia. Habían vestido a Akassi con un vestido precioso. ¡Todas queríamos ser como ella! Mamá estaba guapísima con aquel pañuelo azul que me gustaba tanto. Recuerdo que mi abuela tambien se vistió con sus mejores ropas y que nuestro padre estaba muy muy contento. Estaba orgulloso de su hija mayor. Pero tambien recuerdo la discusión con mis tíos. Algo pasaba y no podíamos entender el que. Le preguntamos a mamá y se hizo un silencio que nunca olvidaremos. Cuando Akassi regresó del poblado vecino con el vestido manchado de rojo y con la cara descompuesta por haber estado llorando, y mucho, el mundo se paralizó.Un proyecto en colaboración con Open Arms.
Nadia Ghulam va néixer a Kabul (Afganistan) el 1985 i en col·laboració amb Joan Soler i Amigó va publicar "Contes que em van curar", ara el torna a publicar en una nova edició a Voliana Edicions.
"Ella abría de par en par sus ojos enormes y brillantes y me explicaba que LIBERTAD era volar como un pájaro, tocando las nubes o planeando por encima de un lago, decidiendo en cada momento hacia dónde quieres ir. Que libertad tambien podia ser un bosque de arboles altisimos donde podriamos vivir en paz, sin que nadie nos hiciera daño ni nos obligara a realizar trabajos que no queriamos hacer a cambio de nada."Cuentos a la deriva cuenta las historias de aquellas personas que una vez se cruzaron con Open Arms en medio del mar. Por todas esas personas y para que esas historias no se repitan debemos contarlas e intentar hacer de este mundo un lugar un poco mas justo para todos sus habitantes.CADA VIDA CUENTA. CADA CUENTO ES VIDA.Cuentos a la deriva es un proyecto solidario de La Galera con Open Arms
Cada vida cuenta. Cada cuento es vida.Soy Josepha. Nací en Camerún. Crecí en un pueblo en el seno de una familia que no tenía problemas económicos y pude estudiar. Siempre quise ser maestra y trabajar en mi pueblo. Alli me case con un amigo de la familia que siempre estuvo enamorado de mi. A veces el amor se transforma en otras cosas, y deja de ser amor. En mi cabeza repeti durante mucho tiempo que si el se enfadaba conmigo era porque yo lo hacia perder la paciencia. Me senti culpable durante mucho tiempo, pero un dia me desperte y me di cuenta de que cuando alguien te hace daño eso no es amor. Decidi escapar de los gritos y los golpes, mi tio me ayudo. Soñaba con viajar a un lugar donde no sintiera miedo al cerrar los ojos... y empece mi viaje...Un proyecto en colaboracion con Open Arms.
Cada vida cuenta. Cada cuento es vida.Mi nombre es Dumbia y tengo cuatro hermanas: Akassi, Assamala, Meliane y Yedei. Akassi es la mayor, tiene dieciseis años. Yo tengo quince y mis hermanas pequeñas tienen doce, siete y cinco.Mis hermanas pequeñas y yo estabamos muy enfadadas. Nos habian dicho que nuestra hermana mayor tenia que irse a una celebracion y que nosotras no podriamos ir. En aquel momento era una gran injusticia. Habian vestido a Akassi con un vestido precioso. ¡Todas queriamos ser como ella! Mama estaba guapisima con aquel pañuelo azul que me gustaba tanto. Recuerdo que mi abuela tambien se vistio con sus mejores ropas y que nuestro padre estaba muy muy contento. Estaba orgulloso de su hija mayor. Pero tambien recuerdo la discusion con mis tios. Algo pasaba y no podiamos entender el que. Le preguntamos a mama y se hizo un silencio que nunca olvidaremos. Cuando Akassi regreso del poblado vecino con el vestido manchado de rojo y con la cara descompuesta por haber estado llorando, y mucho, el mundo se paralizo.Un proyecto en colaboracion con Open Arms.