La conmovedora historia de un vigilante de museo que encuentra consuelo y significado en su día a día entre los pasillos del Museo Metropolitano de Arte. Una obra imprescindible para los amantes del arte.Millones de personas suben cada año la gran escalinata de marmol para visitar el Museo Metropolitano de Arte, pero solo una privilegiada minoria tiene acceso ilimitado a todos sus rincones y recovecos: son los vigilantes, que deambulan discretamente en trajes azul marino, con un ojo atento al tesoro de 185.000 metros cuadrados. Absorto en el inicio de su glamorosa carrera en The New Yorker, Patrick Bringley nunca imagino que acabaria siendo uno de ellos. Todo cambio cuando a su hermano mayor le diagnosticaron un cancer terminal, momento en el cual sintio la imperiosa necesidad de alejarse del bullicio cotidiano. Asi, dejo el semanal y busco consuelo en el lugar mas bello que conocia. Para su sorpresa, y para deleite del lector, este refugio se convirtio en su segundo hogar durante una decada. Lo seguimos mientras custodia delicados tesoros desde Egipto hasta Roma, pasea por los laberintos bajo las galerias, desgasta nueve pares de zapatos y se maravilla ante las bellas obras bajo su cuidado. Bringley entra en el museo cual fantasma, silencioso y casi invisible, pero pronto encuentra su voz y su tribu: las obras de arte y sus creadores, y la vivida subcultura de los vigilantes del museo un magnifico mosaico de artistas, musicos, operarios incondicionales, inmigrantes, bromistas y soñadores . Conforme se fortalecen sus vinculos con sus colegas y con el arte, llega a comprender lo afortunado que es al vivir entre las paredes de ese pequeño universo que tanto se asemeja a las mejores facetas de nuestro mundo, al que regresa con gratitud de manera gradual.Toda la belleza del mundo es un retrato sorprendente e inspirador de un magnifico museo, sus tesoros ocultos y las personas que lo mantienen en funcionamiento, escrito por uno de sus mas intimos observadores.
"Me llamo Remedios Varo Uranga. Nací el 16 de diciembre de 1908 bajo el signo sagitario, el arquero que siempre busca la verdad, el escrutiñador del cielo... Tal vez por eso me volví artista."Remedios Varo fue una artista con una imaginacion fecunda que cruzo la alquimia, el surrealismo, el subconsciente. En este libro, Silvana Avila le rinde homenaje....cuando se marco por esa calle -que tan bien conocia- de los adioses, fueron a despedirla criaturas de hermosura. Esas que rescato del caos, de la sombra, de la contradiccion, y las hizo vivir en la atmosfera magica creada por su aliento. Metamofrosis de la hechiceraRosario Castellanos