SALVAJE EN LOS DULCES

Lacy
Es un hecho indiscutible que amo mi tienda y disfruto ir a trabajar todos los días.
Pero en este momento, mientras estoy al otro lado del mostrador de un cliente especialmente espinoso que mira las barras de pretzel cubiertas de chocolate, Iird prefiere manejar la barra de Chris Hemsworth.
Esa es la mentalidad que te dará una sequía sexual de diez meses, o tal vez Ii solo sea una mujer cachonda normal de unos 20 años.
Sonríe cortésmente. Sé paciente. Pronto, headll dejar fuera a un cliente satisfecho.
“Iiarll tomar una docena de pretzels?” él dice, luego vuelve a hablar con el teléfono presionado entre su mejilla y su hombro.
Sin orientación, elijo a los doce que creo que se ven mejor, pero cuando veo una mirada molesta en su rostro, sonrío brillantemente y susurro, “¿Hay uno especial que tenías en mente?”
Señala enfáticamente a una barra a la izquierda, luego le quita el teléfono de la boca. “Saca el rosa y reemplázalo con el de los destellos azules.”
Cumplo con sus demandas, con la esperanza de que se dé cuenta de que no quería interrumpir su llamada y que no soy un lector mental.
Después de llamar a su orden, fuerzo una expresión agradable en mi rostro. “Eso será de veintidós dólares.”
“Isnnt hay algún tipo de descuento a granel?” se desdibuja rápidamente, luego regresa a su conversación.
Saco un menú laminado que incluye los precios, señalando la línea que muestra que al obtener doce, recibe un descuento de dos dólares, que ya he contabilizado.
Sacude la cabeza y desliza su tarjeta a través del lector.