La puta y el hurón es una novela brutal, una performance furiosa que tira de una esquina de la manta que oculta toda la podredumbre del sistema opresor y patriarcal cubano.CABALLO DE TROYA 2023Edición a cargo de Sabina UrracaMary, una joven artista de La Habana, hace todo lo que esta al alcance de su mano por no convertirse en un huron. ¿Que es un huron? El subdito de la revolucion, el incondicional del mensaje mesianico de Fidel, todo miembro de esa casta respetable que vigila, controla y sojuzga hasta el secreto mas intimo de la vida de cualquier cubano. Entre los amigos de Mary no hay hurones, pero ninguno de ellos puede escapar del todo a sus garras.La puta y el hurones una performance furiosa que tira de una esquina de la manta que oculta toda la podredumbre del sistema opresor y patriarcal cubano. Martha Luisa Hernandez Cadenas, figura central de la contracultura cubana actual, despliega ante el lector el grito de los que fueron ordenados a callar y obedecer. Lo estira, lo retuerce. Esta novela nos narra como una generacion de cubanos se revuelve, se enfurece e intenta no sucumbir al horror que se les ofrece como unica posibilidad.La critica ha dicho: Si miraramos la novela de Martica Minipunto con una lupa veriamos que esto es precisamente lo que hace: construye desde los restos, desde lo roto, desde las sobras, desde lo abyecto. La puta y el huron es la performance enrabietada de un cuerpo que le agua la fiesta a un sistema de poder patriarcal. Pero incluso, en esa performance que grita soy puta, donde de tanto gritar se queda casi sin voz, mas que el yo lo que queda expuesto es la maquinaria socioeconomica y politica, la produccion de precariedades que devienen espacios de identificacion imposibles para el sujeto. Nanne Timmer, RialtaPorque lo que si no deja espacio para la duda es que este pais al que Martha Luisa Hernandez Cadenas asiste es sobre todo una superficie desgastada. Un lugar que ha perdido eco o razon en las descripciones antropologicas al uso. Mabel Cuesta, Hypermedia MagazineDe la lectura de La puta y el huron aflora una reflexion en la que ha de verse reflejada toda una generacion, aquella que nacio en la decada de los 90. Muchos de sus integrantes se han de reconocer en la narradora, esa joven indocil pero fragil, que se siente extraviada y sin salida. Esta cansada y, sin embargo, aun no ha empezado a vivir. Cultiva un desapego por cualquier decision social colectiva. Se siente ajena a la multitud, al designio de un pueblo que marea, y no acepta que nadie le imponga su modo de ser. Carlos Espinosa Dominguez, CubaencuentroHernandez, por el contrario, amalgama novela, epistolario, poesia, ensayo y dramaturgia en una teatralidad explosiva muy proxima a eso que Glenda Leon, otra artista con un pie en la escritura, ha definido en su libro La condicion performatica. Ivan de la Nuez, Babelia, El Pais
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