Más de 200.000 ejemplares vendidos en Francia.Este libro aborda un aspecto esencial de la experiencia humana: nuestra relación con quienes nos han dejado, con nuestros difuntos. Su autora, una de las primeras mujeres en ejercer como rabina en Francia, relata con delicadeza y sabiduria sus experiencias consolando a quienes han perdido a un ser querido. En su opinion, su cometido fundamental es transformar la muerte en una leccion de vida para los que se quedan, es decir, acompañar a mujeres y a hombres que en un momento crucial de sus vidas necesitan narraciones. El tapiz de este tratado de consuelo se teje con tres hilos: la evocacion de la vida interrumpida, la interpretacion de los textos sagrados y las tradiciones funerarias y la rememoracion de ciertos episodios de la vida de su autora; con ellos construye un relato que entrelaza a vivos y muertos: el papel del narrador es quedarse junto a la puerta para asegurarse de que permanece abierta. () Solo cuando la vida y la muerte se dan la mano puede continuar la historia.Horvilleur combina magistralmente lo personal con lo colectivo, la sabiduria ancestral con los interrogantes contemporaneos, en una obra que nos da las claves para afrontar la muerte con serenidad y que es, ante todo, un poderoso himno a la vida.Tenemos tanta necesidad de relatos como los que podemos encontrar en este hermoso libro: para no ser totalmente aplastados por la ansiedad, para poder vivir con los muertos como con los vivos. Yann Diener (Charlie Hebdo)Vivir con nuestros muertos es un libro unico. No, no es un libro, es una cancion. Una cancion deslumbrante y libre, que despeja en el cielo las mas sombrias nubes de nuestros miedos. Catherine Boeuf (Liberation)He aqui una obra sobre la muerte que uno se sorprende leyendo con una sonrisa en los labios. () Apoyandose en los textos sagrados y, de forma imprevista, en los objetos mas profanos de la cotidianidad incluido el Lego, la rabina Delphine Horvilleur nos ofrece aqui las enseñanzas de una sabiduria luminosa y risueña. Virginie Larousse (Le Monde)Vivir con nuestros muertos desvela la destreza unica de su autora al invitarnos a escuchar lo que sentimos, antes, durante o despues del duelo y, a creer, en eso que los otros que ya no estan nos dejan como para poder construirnos. Ariana Basciani (The Objective)Aunque la sensibilidad es la de la religion judia, se transpira una comprension que va mas alla de los textos sagrados de una determinada creencia. El fallecimiento y el duelo son comunes a la condicion humana, y Horvilleur se atreve a mirar a la muerte a la cara, porque considera que la historia solo continua cuando la vida y la muerte se dan la mano. Lourdes Ventura (El Cultural)Es, sin lugar a dudas, uno de los libros mas bellos e impresionantes no solo del ultimo año sino de los ultimos años. Mercedes Monmany (ABC Cultural)El libro de Horvilleur no ha cesado de aguijarme desde que lo cerre. (...) En sus oficios funebres la rabina se convierte no solo en narradora de las vidas que despide sino en su minuciosa comentarista, en su interprete a menudo despiadada: es asi como atiende el dolor de los deudos, ceñida al principio de que los ritos del duelo deben permitir a los que se quedan atravesar la prueba de la supervivencia. Ibsen Martinez (El Pais)
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