Nadie ignora que los únicos paraísos son los perdidos. Haggard creyó haber encontrado alguno, escondido en los piegues de su memoria. En Las minas del rey Salomón Ignosi defendió el de Kukuanalandia con la firme decisión de no dejar pasar jamás al hombre blanco, siempre acompañado de pistolas, ginebra y predicadores. En Allan Quatermain, el de Zu-Vendis queda protegido por la propia naturaleza, que como una perla lo había tenido oculto durante siglos. Haggard opinaba que las buenas novelas se escriben de una sentada, y aquí lo corroboró con su habitual intensidad. No sorprende que Kipling lo considerase «el hombre con una imaginación más convincente».
Ficha técnica
Traductor: Mar Hernandez de Lorenzo
Ilustrador: C.h.m. Kerr
Editorial: Anaya
ISBN: 9788420744841
Idioma: Castellano
Número de páginas: 304
Encuadernación: Encuadernación en tela
Fecha de lanzamiento: 19/09/1992
Año de edición: 1992
Plaza de edición: Madrid
Colección:
Tus Libros
Tus Libros
Número: 116
Peso: 361.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Henry Rider Haggard
Henry Rider Haggard nació en Bradenham (Reino Unido) en 1856. Su pronta vocación lectora se vio enriquecida con el estudio de autores griegos y latinos a los que imitaría en su adolescencia. En 1875 viajó a África, experiencia fundamental para su obra. Allí permaneció durante cuatro años. En 1885 escribióLas minas del rey Salomón, y en 1887,Ella. Consiguió un gran éxito con sus obras, y obtuvo el título de sir. En 1888 viajó a Egipto, lo que le sugirió su novelaCleopatra. La segunda parte deElla,Ayesha, nombre de la protagonista, fue publicada en 1905. Falleció en Londres en 1925.