Este libro incidió con fuerza en la gran polémica sobre el realismo en el arte y la literatura que se produjo en la Europa de los años 60. En realidad es una investigación de alto valor teórico y, en definitiva, relata la aventura de una investigación que empieza por la crítica de las mixtificaciones del realismo en aquellos años, como el "populismo" hiperpolitizado, el objetivismo o "escuela de la mirada" y el posibilismo que comportaba una larvada autocensura. El trayecto teórico de Alfonso Sastre parte de una provisional aceptación de la noción de realismo que proponía Georg Lukacs (una noción "contenidista", digámoslo así) y desemboca en una posición aparentemente paradójica según la cual, por ejemplo, el realismo es una "condición "sine qua non" de la literatura fantástica. Alfonso Sastre ha postulado siempre una línea realista entendida como una tarea fundamental. El Prólogo y el Epílogo de la segunda edición (de la que ésta es una reproducción fiel y no retocada) contiene ya los hallazgos (básicamente, considerar el realismo como un estilo o un procedimiento artístico) en los que el trabajo teórico posterior de Alfonso Sastre se asienta; por ejemplo, la noción de una literatura "siniestra" y sus posibilidades experimentales.
Ficha técnica
Editorial: Hiru Argitaletxea
ISBN: 9788489753020
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 06/06/1998
Año de edición: 1998
Plaza de edición: Es
Número: 6
Especificaciones del producto
Escrito por Alfonso Sastre
Alfonso Sastre (Madrid, 20 de febrero de 1916 - Fuenterrabía, 17 de septiembre de 2021) fue dramaturgo, ensayista, poeta, guionista cinematográfico, autor de novelas, cuentos y miles de artículos, máximo representante del realismo de posguerra. A pesar de su vida azarosa y de haber padecido cárcel, exilio, persecución política, veto institucional y un absoluto ninguneo mediático, la obra de Sastre es honesta y responde a las inquietudes de un alma rebelde, inconformista, experimental. Y plantea muchas preguntas. Recibió el Premio Nacional de Teatro en 1986 por La taberna fantástica y el de Literatura Dramática en 1993 por Jenofa Juncal. En 2003 se le concedió el Premio Max de Honor por su contribución a la creación teatral.