Los últimos veinte años de vida, Samuel Clemens -conocido por su seudónimo Mark Twain- dictó desde su cama miles de palabras con la intención de decir la verdad acerca de su época y sus contemporáneos. Aunque concluyó que para él era imposible decir la verdad, entre 1906 y 1907 publicó esta selección de sus memorias en el North American Review. Sin darle una estructura al relato y paseándose con libertad entre registros dramáticos y humorísticos, Twain habla de sus ancestros, su infancia en el Mississipi, sus primeros pasos en el oficio de la imprenta y la escritura, los duelos de honor y el manejo de barcos a vapor, la vida y muerte de su esposa e hijas, los gatos que adoptó y algunos viajes a lecturas públicas, como, por ejemplo, frente al emperador de Alemania. Pero, sobre todo, delinea una diversidad de personajes que podrían aparecer en sus propias novelas, algo que, en muchos casos, sucedió.
Ficha técnica
Editorial: La Pollera Ediciones
ISBN: 9789566087878
Idioma: Castellano
Número de páginas: 508
Tiempo de lectura:
12h 9m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 01/03/2023
Año de edición: 2023
Plaza de edición: Chile
Alto: 12.0 cm
Ancho: 18.0 cm
Peso: 450.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Mark Twain
Samuel Langhorne Clemens, más conocido como Mark Twain, nació en la villa de Florida, Misuri, en 1835. Cuando tenía cuatro años de edad, se trasladó con su familia a la localidad de Hannibal, a orillas del Misisipi. A los doce años, empezó a trabajar como aprendiz en el periódico local. Posteriormente, trabajó como impresor en varias ciudades, y se hizo piloto de un barco de vapor. Volvió luego al periodismo, y, en 1876, publicó Las aventuras de Tom Sawyer; en 1883, La vida en el Misisipi y, en 1884, Las aventuras de Huckleberry Finn. Con estas tres obras alcanzaría gran fama en su época. En 1881, escribió El príncipe y el mendigo, que es su primera novela histórica. En 1889, publicó Un yanki en la corte del rey Arturo, y, en 1905, una de sus últimas obras, El forastero misterioso. Gracias a su ingenio y sus sátiras consiguió grandes éxitos como escritor y orador. Falleció en Redding, Connecticut, en 1910.