Este libro proporciona las claves de la vida y la obra de Van Gogh a través de una selección de las cartas que el propio Vincent escribió a su hermano Theo. Se trata de la autobiografía espiritual y artística de un genio de la pintura que siempre vivió en precario, entre la locura y la miseria, pero que gracias a su obra se encuentra hoy en el cenit de la gloria.Desde 1872 hasta 1890, año de su muerte, Van Gogh escribió más de ochocientas cartas, casi todas dirigidas a su hermano Theo. Es un epistolario excepcional que constituye, por encima de todo, la autobiografía de un artista vehemente que desnuda su alma y expone ilusiones y proyectos como si quisiera, al mismo tiempo, enseñarnos a mirar un cuadro. De alguienque se definió a sí mismo como un ser“con una hoguera en el pecho a la que nunca se acerca nadie a calentarse”. De un trabajador infatigable que, en el espacio de diez años, produjo ochocientos setenta y nueve cuadros, mil setecientos cincuenta y seis dibujos y ochocientas veintiuna cartas: una obra plástica y literaria que, en particular la segunda, nos da la clave de su vida.De un pintor que regalaba sus obras, que vivía del dinero que le enviaba su hermano Theo, que en toda su vida sólo vendió un cuadro y que ahora, más de cien años después de su trágica muerte, tiene esas obras batiendo marcas.Selección significativa de ese epistolario, la presente antología constituye también la crónica de un capítulo fundamental de la historia de la pintura.
Ficha técnica
Traductor: Antonio Rabinad
Editorial: Ediciones Paidós
ISBN: 9788449327483
Idioma: Castellano
Número de páginas: 432
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 20/09/2012
Año de edición: 2012
Plaza de edición: Es
Colección:
Estética
Estética
Alto: 21.0 cm
Ancho: 15.0 cm
Grueso: 2.1 cm
Peso: 570.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Vincent van Gogh
Nació el 30 de marzo de 1853 en Groot-Zunder. Con 27 años ya había trabajado en una galería de arte, había dado clases de francés, había sido estudiante de teología y evangelizador entre los mineros de Wasmes, en Bélgica. En 1886 fue a París a vivir con su hermano Théo van Gogh, que era marchante de arte, y allí se familiarizó con los nuevos movimientos artísticos que estaban en pleno desarrollo. En 1888 se traslada al sur de Francia con la esperanza de atraer allí a algunos de sus amigos y fundar con ellos un Taller del Mediodía. La locura empezó a apoderarse de él y pasó algún tiempo internado en un hospital de Arles y un año en el manicomio de Saint-Rémy. El 27 de julio de 1890 se disparó un tiro en el estómago . Murió dos días después.