Una interesante historia que muestra el tenso ambiente de la posguerra.Unos años después de la guerra civil española, un niño conoce a un maquis, el Hurón, que ha huido al monte. Solo se ven tres veces. Y, sin embargo, aquellos encuentros cambiarán para siempre sus vidas. ¿Se conocerá algún día el significado exacto de la palabra justicia? Un libro profundo y comprometido que ahonda en la búsqueda de la verdad. También disponible en versión digitalEl narrador es un niño que pasa las vacaciones en un pueblo de Castilla, años después de la Guerra Civil española. Como deberes de vacaciones, debe leer una obra de Shakespeare y escribir una redacción sobre ella. El narrador combina esa lectura con la de sus tebeos favoritos. Escribe la frase que dice uno de los personajes -¡canalla, traidor, morirás!- en una piedra y la lanza, jugando, al corral del alcalde. Este y la policía sospechan que ha sido lanzada por los maquis, que sobreviven en el monte. Cuando se aproxima el final del verano, el niño sale a observar las estrellas y conoce a un maquis, el Hurón. Al instante huye, pero no muy lejos, porque a la mañana siguiente le detienen y es acusado de ser el maquis que ha escrito las amenazas. El sentimiento de culpa se le hace insoportable al chaval, que confiesa la verdad. A pesar de esa revelación, el hombre es ajusticiado. El chico, entonces, desea que nadie, nunca, tenga que convertirse en hurón para escapar de las injusticias y de la falta de libertad.
Ficha técnica
Ilustrador: Tino Gatagán
Editorial: Ediciones Sm
ISBN: 9788434843363
Idioma: Castellano
Número de páginas: 112
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 14/05/2002
Año de edición: 2002
Plaza de edición: Es
Colección:
Barco de Vapor: Roja
Barco de Vapor: Roja
Número: 77
Peso: 122.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por José Antonio del Cañizo
José Antonio nació en Valencia en 1938. Ingeniero agrónomo y especialista en jardinería, publicó varios libros sobre plantas. La dedicación a la literatura infantil y juvenil le vino casi por casualidad. Cuando sus hijos eran pequeños se inventaba cuentos en los que ellos eran los protagonistas. Los grabó en una cassette, su mujer los pasó a máquina y ganó el Accésit del Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil. Las editoriales empezaron a pedirle material y en 1981 ganó el Premio Lazarillo por Las cosas del abuelo. La escritura le motivó y divirtió hasta publicar casi veinte títulos. Obtuvo el premio Elena Fortún en 1990 por Los jíbaros, el premio A la orilla del viento por Una vida de película, y el premio El Barco de Vapor por ¡Canalla, traidor, morirás!