“Gorki, como explorador de la sociedad, ha descubierto la vida del garito, de la taberna, la vida criminal y maleante en Rusia; como escritor, ha puesto de manifiesto las condiciones sólidas de su temperamento inquieto, su realismo pujante, sus ideas valientes, que nacen de un concepto del mundo original y atrevido. Gorki arroja la deformidad moral sobre la sociedad y la defiende como buena. No contempla a sus tipos con los ojos del hombre de orden, horrorizado del crimen, que pide educación o cárceles; ni con la mirada de dolor de un pietista cristiano; al revés, Gorki considera a sus vagabundos criminales como héroes; se burla del ciudadano de instintos débiles; para él, sus compañeros de crápula, sus amigos, los ladrones y asesinos, son los verdaderos representantes de la fuerza del pueblo no domeñada aún por las leyes. Cierto que no espera de ellos la regeneración de la sociedad; pero eso no le impide admirarlos y enaltecerlos. Gorki arroja la deformidad moral sobre la sociedad y la defiende como buena”. Pío Baroja. ‘Cuentos de rebeldes y vagabundos’ recupera algunos de los mejores relatos de Maksim Gorki, el gran escritor ruso, con una nueva traducción. Se compila: 'Malva', 'Chelkash', 'Konovalov' junto a escritos desconocidos en castellano como 'De cara frente a la vida', 'Los amigos', 'La estepa', '¡Compañero!'.
Ficha técnica
Editorial: La Linterna Sorda Ediciones S.L.
ISBN: 9788494463358
Idioma: Castellano
Número de páginas: 240
Tiempo de lectura:
5h 40m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 27/04/2017
Año de edición: 2017
Colección:
Guardianes de sueño
Guardianes de sueño
Alto: 20.0 cm
Ancho: 15.0 cm
Especificaciones del producto
Escrito por Máximo Gorki
Alexéi Maxímovich Péchkov nació el 14 de marzo de 1868 en Nizni Nóvgorod en el seno de una familia muy humilde. Su primer relato corto fue publicado en un periódico de Tiflis en 1892. Fue el primer autor ruso que escribió de una manera comprensiva y favorable sobre los trabajadores y otras gentes hasta entonces marginadas, como los vagabundos. En 1899 se unió a los activistas revolucionarios marxistas y en 1906 se traslada al extranjero con el fin de conseguir dinero para el Partido Socialdemócrata Ruso de los Trabajadores. En 1915 regresó a Rusia y apoyó la Revolución de 1917. Obligado por la enfermedad, dejó su país en 1922, y vivió seis años en Sorrento (Italia). A su vuelta a la Unión Soviética, fue recibido con honores oficiales. Se supone que su muerte repentina, ocurrida el 18 de junio de 1936, fue ordenada por Stalin.