La narrativa breve de Thomas Wolfe, leída como se puede hacer en este volumen, seguida y hasta el final, es incomparable e inclasificable, y sus cuentos reunidos constituyen un corpus titánico que contiene un universo único. Inabarcable –palabra que él utiliza tantas veces–, infinito, puro, virgen, salvaje y extraordinariamente humano.
Con la traducción de Amelia Pérez de Villar –garantía de cuidado, exigencia y calidad– se agrupan, por primera vez en español, en la edición más exhaustiva no solo sus cuentos breves –« El invierno de nuestro descontento» o «Chickamauga»– sino también las narraciones más extensas –«El muchacho perdido» o «No hay puerta»– del escritor más químicamente puro que ha dado la literatura estadounidense, con casi sesenta textos inigualables. La trayectoria de Thomas Wolfe, envuelto en una personalidad única, conflictiva y adictiva, estuvo marcada por su escritura desbordante, la relación indispensable con su editor y su muerte prematura con treinta y siete años. Un vendaval de literatura.
Ficha técnica
Editorial: Páginas de Espuma Sl
ISBN: 9788483932711
Idioma: Castellano
Número de páginas: 952
Tiempo de lectura:
22h 53m
Encuadernación: Tapa dura
Fecha de lanzamiento: 28/02/2020
Año de edición: 2020
Plaza de edición: Madrid
Colección:
Voces / Literatura
Voces / Literatura
Número: 295
Alto: 22.0 cm
Ancho: 15.0 cm
Grueso: 3.7 cm
Peso: 600.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Thomas Wolfe
Thomas Clayton Wolfe nació en 1900 en Asheville, Carolina del Norte, y era el menor de ocho hermanos. Su padre regentaba un negocio de lápidas y esculturas funerarias y su madre era hostelera. Wolfe estudió en la Universidad de Carolina del Norte y en Harvard, lo que lo convirtió en el primer miembro de la familia con estudios universitarios. Mientras daba clases en la Universidad de Nueva York, durante las noches escribía y, en 1929, con la inestimable ayuda de su editor, Maxwell Perkins, publicó su primera novela, La mirada del ángel, que obtuvo un éxito inmediato. Ya entonces Sinclair Lewis, en su discurso de aceptación del Premio Nobel de Literatura, mencionó a Thomas Wolfe dando a entender que sería uno de los próximos escritores en recibirlo. En 1935 publicó su segunda novela, Del tiempo y el río y, en 1937, la novela corta El chico perdido. Thomas Wolfe murió un año después de tuberculosis cerebral con treinta y ocho años como uno de los más importantes escritores estadounidenses del siglo xx.