A Miriam Ruiz Castro le diagnosticaron un cáncer de mama a los 33 años. Entonces empezó un largo proceso de tratamiento y recuperación que le llevó a formularse muchas preguntas sobre la manera en que nos relacionamos con la enfermedad. ¿Qué efectos generan los discursos del bienestar en las personas enfermas? ¿Por qué hay cada vez más personas jóvenes con cáncer? ¿Para qué sirven las campañas de apoyo y recaudación que organizan las grandes empresas? ¿Por qué usamos ciertas palabras y no otras para referirnos al cáncer? ¿Qué estamos haciéndole a la sanidad pública? Fruto de aquel proceso personal surgen estas páginas llenas de emoción y de reconocimiento hacia aquellas personas —sanitarias, amigas, escritoras y familiares— que nos cuidan en las horas más difíciles de nuestras vidas.