A comienzos del siglo pasado, un emocionado y bravucón Hilaire Belloc, de pie frente a la imagen de la Virgen a la que tantas veces rezó en su infancia, hizo la siguiente promesa: Partiré de este lugar donde, por mis pecados, serví bajo las armas; haré a pie todo el camino y jamás utilizaré máquina alguna que ande sobre ruedas; dormiré al raso y recorreré treinta millas al día; oiré misa todas las mañanas y estaré en la Misa Mayor que se oficie en San Pedro el día de San Pedro y San Pablo. Y así, de esta manera, dio comienzo a su peregrinación y a este libro, cuyo colorido, vitalidad y exuberancia lo convierten en una de las joyas olvidadas de la literatura del siglo XX.
Después de numerosas jornadas, paisajes y anécdotas, bien regadas con vinos, cervezas y aguardientes, concluí escribe Belloc- algunos meses después en un punto donde pude cumplir mi voto final, habiendo quebrantado todos los demás uno a uno, según oiréis.El camino de Roma es, pues, el relato de una peregrinación desde Lorena hasta la Ciudad Eterna. En ella, Bellloc nos descubre la nobleza de las cosas sencillas. Nos demuestra que si sabemos mirar la realidad, ésta siempre nos ofrece razones para maravillarnos. Cualquier lector que acerque sus pasos a los de Belloc, sentirá que le acompaña personalmente en su peregrinación. En el fondo, t...
Ficha técnica
Traductor: Juan G. Luaces
Editorial: El Buey Mudo
ISBN: 9788493857424
Idioma: Castellano
Número de páginas: 288
Tiempo de lectura:
6h 50m
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Fecha de lanzamiento: 01/09/2011
Año de edición: 2011
Plaza de edición: Madrid
Peso: 405.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Hilaire Belloc
(1870, La Celle-Saint-Cloud, Francia-1953) Se estableció con su familia en las Islas Británicas el mismo año de su nacimiento. Estudió en el colegio oratoriano de Edgbaston y, posteriormente, en 1892, se matriculó en la Universidad de Oxford. En 1896 contrajo matrimonio con el gran amor de su vida, la californiana Elodie Hogan. Belloc, que también tuvo una carrera política, desarrolló una extensa obra literaria y también se hizo célebre por sus biografías históricas. El éxito de sus escritos le llevó, junto a los hermanos Chesterton, a fundar un periódico, The Eye Witness, del que el primer director fue el propio Belloc. Mientras, prosiguió con sus obras históricas. En sus obras destaca la religión como un pilar básico de vida social. Escribió más de 150 libros y su amistad contribuyó a la progresiva conversión al catolicismo de personajes de renombre, como los hermanos Chesterton.