EL DERECHO A LA IDENTIDAD CULTURAL

En la sociedad actual existen dos grandes enfoques sobre el derecho a la identidad cultural: la "versión colectivista", que es la tradicional, que lo reduce a un derecho de los pueblos vulnerables y lo configura como un derecho colectivo. Y por otra parte, la "versión individualista", más novedosa, más compatible con el Estado de Derecho, los derechos y las libertades, que lo traduce en una libertad individual más (la libertad cultural) que forma parte del contenido de la libertad personal. El libro deja atrás el enfoque tradicional de la identidad cultural, muy vinculado al nacionalismo y excesivamente conflictivo, que lo concibe como derecho colectivo de los pueblos vulnerables y que ha sido predominante en el siglo XX. Y fundamenta y configura como un derecho de la persona, un derecho de libertad, extendido a todos los individuos (derecho personalísimo), que es parte de la libertad personal de individuo, y como tal debe ser protegido por el Ordenamiento jurídico. - La versión individualista del derecho a la identidad cultural es una perspectiva novedosa de este derecho, más compatible con los derechos y libertades que reconoce el Estado de Derecho a la altura del siglo XXI. - El contenido del derecho a la identidad cultural es una libertad individual (la libertad cultural de la persona). - El derecho a la identidad cultural no es sólo un derecho de igualdad (de los pueblos vulnerables) sino también un derecho de libertad de los individuos (derecho personalísimo). - Justificación novedosa de la identidad cultural como derecho individual. - La identidad colectiva nunca es un a priori, siempre es una identidad "derivada" de la libertad cultural de los individuos que forman la comunidad.