Si piensas que el mundo ya es justo y además no necesitas ninguna excusa, entonces, pasa de largo por estas letras. –¿Que todo es inevitable? –dices–. Y que ya nada es posible. ¡Qué pena! O si piensas que sólo hay una historia y ninguna alternativa, ¡qué iluso! Pero mientras tanto, los que no nos creemos aquello de la pena inevitable o la historia y la maravilla... seguiremos buscando …el recodo donde la noche olvida su viaje…, porque tan solo “el diminuto banquete de la araña” basta para romper el equilibrio de todo el cielo.