Un hombre, Larry Darrel, mira atrás y no se ve a sí mismo. No está muerto, ha sobrevivido a la Gran Guerra y ya nada puede ser como antes. Necesita renacer y encontrarle sentido a su vida. Larry romperá su compromiso de boda y renunciará a su radiante porvenir en el mundo de las finanzas. París, la India y el Tibet serán algunos de los escenarios en los cuáles buscará otro modo de enriquecerse: en sabiduría y en conocimientos, sumergiendose en nuevas culturas y espiritualidades. Sin Darrel, la vida continúa en Chicago, en donde Isabel ha renunciado a esperarle y el crack del 29 amenaza fortunas y sueños de oro. Novela imprescindible de uno de los autores más leídos del siglo XX. Un viaje al interior de la condición humana, un testimonio extraordinario que el propio William Somerset Maugham nos cuenta en primera persona sobre la búsqueda de la paz espiritual y la felicidad de vivir. W. Somerset Maugham (París, 1874-St. Jean Cap Ferrat, 1965) es uno de los escritores más leídos del siglo XX. Tremendamente popular, medico y viajero, fue un escritor de una gran capacidad de observación que alcanzaría un gran exito desde sus primeras novelas. Servidumbre humana (1915) es la narración de su aprendizaje juvenil. En La luna y seis peniques (1919) relató la vida del pintor Paul Gaugui
Ficha técnica
Traductor: Fernando Calleja Gutierrez
Editorial: Rba Libros
ISBN: 9788498675269
Idioma: Castellano
Número de páginas: 320
Tiempo de lectura:
7h 36m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 14/05/2009
Año de edición: 2009
Plaza de edición: Es
Colección:
Otros Ficción
Otros Ficción
Número: 330
Alto: 21.3 cm
Ancho: 14.0 cm
Peso: 490.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por William Somerset Maugham
(París, 1874 – Cap Ferrat, Niza, 1965) Nacido en Francia por un azar familiar, Somerset Maugham es uno de los escritores más populares de la narrativa inglesa de la primera mitad del siglo XX. Huérfano de madre y padre desde muy joven, estudió en el King ‘s School de Canterbury, donde sufrió acoso por parte de compañeros que se burlaban de su escasa estatura y de su tartamudez. En 1897 comenzó una prolífica carrera literaria —que comprende narrativa, teatro, ensayo o crítica—, que compaginó con ocupaciones tan diversas como ejercer de espía para los servicios secretos británicos o trabajar de guionista para estudios de Hollywood.