Se llama Universal lo que puede ser predicado de muchos.
En la filosofía medieval, los conceptos, las ideas generales. Aristóteles
distinguió cinco universales: género, especie, diferencia, propiedad y
accidente, que son los universalia de los escolásticos. El problema de
los Universales es el problema planteado acerca de si los universales
debían ser considerados entidades objetivas o meras fórmulas verbales.
Una larguísima controversia (s. xi-xiii) opuso a nominalistas (que negaban
la existencia de los universales, afirmando que las únicas realidades
son los objetos particulares y sensibles) y realistas (que afirmaban
la existencia real de las ideas genéricas. Abelardo adoptó una posición
intermedia (conceptualismo): los universales no son ni palabras ni cosas,
sino conceptos creados por la razón con posterioridad a la existencia de
los objetos particulares. Roscelino y Guillermo de Occam fueron nominalistas;
Guillermo de Champeaux y Sto. Tomás de Aquino, realistas.