A mi abuelo Graciano le llamaban "El Moro".Era de una fealdad inquietante. Su rostro de ojos rasgados ypómulos altos descendía hasta el rictus de unos labios apretadosy húmedos de marcado perfil. Sería difícil precisar si aquellasfacciones mongoloides obedecían a un antepasado oriental o a unagenética familiar marcada por la endogamia y sus peoresconsecuencias. En su corta pero prolífica vida, mi abueloGraciano engendró nueve hijos, tres de ellos subnormales. Sinembargo, el equívoco apodo lo heredó de su padre, CecilioAsparren, un auténtico arquetipo vasco de ojos claros, narizprominente y mandíbula rotunda a quien llamaron "moro" a suregreso de Filipinas, donde emigró en busca de fortuna y soloencontró su desgracia en un burdel de las cloacas de Manila.A mi abuelo Graciano le llamaban "El Moro".Era de una fealdad inquietante. Su rostro de ojos rasgados ypómulos altos descendía hasta el rictus de unos labios apretadosy húmedos de marcado perfil. Sería difícil precisar si aquellasfacciones mongoloides obedecían a un antepasado oriental o a unagenética familiar marcada por la endogamia y sus peoresconsecuencias. En su corta pero prolífica vida, mi abueloGraciano engendró nueve hijos, tres de ellos subnormales. Sinembargo, el equívoco apodo lo heredó de su padre, CecilioAsparren, un auténtico arquetipo vasco de ojos claros, narizprominente y mandíbula rotunda a quien llamaron "moro" a suregreso de Filipinas, donde emigró en busca de fortuna y soloencontró su desgracia en un burdel de las cloacas de Manila.
Ficha técnica
Editorial: Algaida
ISBN: 9788490677261
Idioma: Castellano
Número de páginas: 456
Tiempo de lectura:
10h 53m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 23/03/2017
Año de edición: 2017
Plaza de edición: Es
Alto: 23.0 cm
Ancho: 15.4 cm
Grueso: 3.5 cm
Peso: 779.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Begoña Ameztoy
Begoña Ameztoy es escritora y pintora, pero su rasgo más característico es la provocación. Utiliza el lenguaje y la literatura como un revulsivo social. Polemista conocida y reconocida en todos los medios de comunicación, su trayectoria es inseparable de títulos como Escuela de mujeres, Amor caliente, sexo frío o Cuarentonas. Ha sido guionista de TVE, ejerce como columnista en El Diario Vasco desde 1992 y sus colaboraciones televisivas más recordadas se remontan al mítico Crónicas Marcianas, de Javier Sardá. En Superwoman, Begoña muestra la faceta más lúcida y satírica de su estilo narrativo.