El donatismo es, si no un producto, sí un subproducto de la era constantiniana. En la confrontación entre Agustín y los donatistas emergen dos modos de entender la presencia del cristiano en el mundo; dos maneras de entender—si no en la práctica, sí en la teoría—las relaciones entre la Iglesia y el Estado; dos formas de comprender la comunicación de la gracia divina a los hombres en el interior de la Iglesia; en última instancia, dos eclesiologías y, a su lado, dos tipos de teología sacramentaria.
Ambas posiciones se esclarecen con los textos agustinianos. La del propio Agustín, como es obvio, en las muchas páginas que dedicó a exponerla, no como suya personal, sino como de la «Católica». La donatista, porque el Santo no sólo se limita a refutar a su adversario, sino que nos aporta en su tenor literal numerosos documentos donatistas que sólo gracias a él han llegado hasta nosotros, y que son material imprescindible para conocer en su propio contexto el movimiento cismático.En la confrontación, las tesis agustinianas salieron vencedoras y pasaron a la posteridad, como precioso legado de aquel desgarrón eclesial. Sus aportaciones, con el consiguiente enriquecimiento, se extienden de modo particular a la teología de la Iglesia y de los sacramentos, a la pneumatología, a la teología de la caridad en estrecha vincula...
Ficha técnica
Traductor: Santos Santamarta del Río
Editorial: Biblioteca de Autores Cristianos
ISBN: 9788479140007
Idioma: Castellano
Número de páginas: 732
Tiempo de lectura:
17h 34m
Encuadernación: Tapa dura
Fecha de lanzamiento: 01/01/1990
Año de edición: 1990
Plaza de edición: Madrid
Número: 507
Peso: 605.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por San Agustín de Hipona
San Agustín, obispo de Hipona (345-430), refleja en su vida y en su obra el cambio del Mundo Antiguo a la cosmovisión cristiana. Tras su conversión al cristianismo, admirablemente descrita en sus Confesiones, fue un incansable buscador de la verdad. Amar, pensar y vivir suponían para él los tres vértices del triángulo de la existencia. San Agustín fue el abanderado de la empatía previa al conocimiento intelectual. Como maestro de vida y sabiduría aconsejó el desapego del bullicioso mundo, con sus fastos, honores y ambiciones como la vía idónea para llegar a ser personas completas. Y el amor universal como la mejor solución de conflictos y la más excelsa de las prácticas. Su notable influencia marcó, además del mundo medieval y el Renacimiento, el pensamiento de autores tan modernos y contemporáneos como Descartes, Rousseau, Kierkegaard, Wittgenstein o Hannah Arendt.