Las críticas que el escritor y guionista James Agee publicó en el periódico de izquierdas The Nation desde noviembre de 1941 hasta septiembre de 1948 representaron, junto con los textos de Manny Farber, el nacimiento de la crítica cinematográfica norteamericana. Agee acababa de editar, junto con el fotógrafo Walker Evans, Elogiemos ahora a hombres famosos, uno de los libros básicos para entender no sólo la gran depresión, sino también la literatura que generó. Pero lo cierto es que sus textos sobre cine anunciaron tanto una determinada visión del tema, que cuestionaba la retórica artística en beneficio de la inmediatez, como el testimonio lúcido y reflexivo de un espectador que observó críticamente las ficciones y documentales que Hollywood construyó durante la segunda guerra mundial y la posguerra. Una vez finalizada su actividad en The Nation, Agee continuó escribiendo sobre cine en algunos ensayos publicados en las revistas Life y Sight and Sound, los cuales, junto a su colaboración para Time, también se incluyen en esta selección. Todo ello demuestra que el cine no fue para Agee una simple pasión que rentabilizó durante un período de su vida, como simple trabajo de encargo, sino que llegó a adquirir una importancia fundamental como parte integrante de su obra. Actualmente, nadie duda en considerar los artículos periodísticos sobre cine de Agee como uno de los ejes fundamentales de su actividad literaria.
Ficha técnica
Traductor: Nuria Pujol Valls
Editorial: Paidos Iberica
ISBN: 9788449309595
Idioma: Castellano
Número de páginas: 258
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 05/02/2001
Año de edición: 2001
Plaza de edición: Barcelona
Alto: 21.0 cm
Ancho: 14.0 cm
Especificaciones del producto
Escrito por James Agee
En 1932, fue contratado como redactor de la revista Fortune. Dos años más tarde, su colección de poesía, Me Voyage, ganó la Serie de Yale de los poetas más jóvenes. Pero Agee es fundamentalmente conocido por su libro Ahora elogiemos a hombres famosos (1941), sobre los aparceros de Alabama durante la Gran Depresión; por sus críticas de cine, que aparecieron regularmente en The Nation y The Time; y por sus guiones de La reina de África y La noche del cazador. Murió dos años antes de publicarse su gran obra de ficción, Una muerte en la familia (1957), que ganó el Premio Pulitzer en 1958.