Paidós presenta una nueva edición revisada y ampliada de Escritos y consideraciones sobre arte, de Henri Matisse, uno de los pintores más destacados del siglo XX. Aunque durante toda su vida Matisse se negó a sistematizar sus pensamientos sobre el arte en una doctrina ordenada y expresada literariamente, convencido de que el pintor se expresa por medio de sus telas, Escritos y consideraciones sobre arte recoge las reflexiones, comentarios y juicios, que ofreció a lo largo de toda su vida a ciertos testigos privilegiados de la elaboración de su obra, los cuales tuvieron así la oportunidad de registrarlos. Entre ellos se encuentran nombres tan remarcables como Apollinaire o René Char, entre otros. A pesar de la falta de sistematicidad del pintor, el libro se ha organizado en capítulos que desarrollan los grandes temas que preocupaban a Matisse y trazan la sólida curva de una vida cuya obra no ha conocido declive. Junto con Pablo Picasso, a Matisse se le considera uno de los padres de la modernidad en pintura. Vinculado al postimpresionismo y representante en sus inicios del fauvismo, supo trabajar como nadie el color y el dibujo en busca de un efecto de bidimensionalidad que marcaría gran parte de su obra. Entre sus mayores influencias cabe señalar a Cézanne y Picasso.
Ficha técnica
Editorial: Ediciones Paidós
ISBN: 9788449323683
Idioma: Castellano
Número de páginas: 327
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 15/04/2010
Año de edición: 2010
Plaza de edición: Barcelona
Colección:
Estética
Estética
Número: 48
Alto: 21.0 cm
Ancho: 15.0 cm
Grueso: 2.0 cm
Peso: 522.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por HENRY MATISSE
A Henri Matisse se le considera, junto con Pablo Picasso, uno de los padres de la modernidad en la pintura. Vinculado al postimpresionismo y representante en sus inicios del fauvismo, Matisse trabajó con maestría el color y el dibujo en busca de un efecto bidimensional que marcaría gran parte de su obra. Al comienzo de su trayectoria artística practicó el dibujo del natural en un estilo más bien tradicional, como se aprecia en El tejedor bretón, y realizó copias en el Louvre. Más adelante pasó a pintar luminosos paisajes de Córcega y de la Costa Azul. En algunas de sus figuras pintadas hacia fin de siglo está presente la influencia de Cézanne, pero a partir de 1907 su estilo se hizo más definido y pintó a la manera fauve. Otro de sus rasgos peculiares es la sensación de bidimensionalidad de cuadros como La habitación roja. Hacia 1916 se inició un período en el que se percibe la influencia del movimiento cubista, de creciente importancia, que se traduce en un concepto más geométrico de las formas y una simplificación aún mayor, como en El pintor y su modelo. En 1963 se abrió en Niza el Museo Matisse, que reúne una parte de su obra.