Correr la vida de Eulalia de Borbón, la hija pequeña de la reina Isabel II, la hermana pequeña
del rey Alfonso XII, esa es la propuesta de este libro. Y recorrerla a fondo, sin juicios previos
ni estereotipos.
De la mano del autor acompañamos en su recorrido vital a un personaje singular a través del
convulso mundo del último tercio de siglo XIX y de la primera mitad del siglo XX. Porque no
hay Belle Époque ni cortes europeas de aquellos años sin doña Eulalia.
Durante sus más de 90 años de vida, la infanta Eulalia, nunca se conformó con ser una mera
y privilegiada gracias a la especial atalaya que le otorgaba su nacimiento- espectadora de
este mundo cambiante, sino que se zambulló en él y esto la convierte en una magnífica
cicerone, en la mejor mano a la que asirse para conocer un tiempo y una época que fueron
los suyos. Un tiempo de privilegios regido por una aristo-cracia opulenta y desdeñosa, pero
jalonado de guerras y de revoluciones que cambiaron los destinos, al que la infanta nos ayuda
a asomarnos desde los años de los pronunciamientos y las convulsiones del reinado de su
madre doña Isabel, hasta la España sufriente y opaca de los años 50 del siglo XX, pasando
por las luminarias de los grandes imperios y por los vistosos caracteres de tantos personajes
que ya son historia.
Su carácter inquieto y libre, desde su más tierna infancia, hace de ella un personaje especial
en una realeza europea que no parecía ser consciente que los vientos de cambio que se
avecinaban les arrastrarían con ellos si no eran capaces de aceptarlos o, cuando menos,
adaptarse a ellos como ella si supo hacer.
El autor, en su exhaustiva búsqueda del personaje nos descubre a la persona; llena de luces
y sombras; de brillos y secretos; de visión atinada y errores de cálculo. No nos esconde nada
de una vida que alimentó, durante mucho tiempo, el escándalo por no sujetarse a las ataduras
que se le suponían por nacimiento. Y así, conscientes de su radical y libérrima humanidad,
podamos terminar cobrándole el mismo cariño que él le profesa.
Admiración por el personaje, afecto por la persona, y respeto por los hechos son los vehículos,
que a través de su siempre precisa y elegante prosa, utiliza Ricardo Mateos Sáinz de Medrano
para trasmitirnos la palpitante vida de Eulalia de Borbón; una mujer que nació infanta de España
y que, aunque recorrió mundo y cambió con él, murió infanta de España.