¿Acaso hay algo más inocente y espontáneo que los primeros trazos de un niño al pintar?
¿Y si esos primeros trazos tuvieran una significación mucho más profunda de lo que solemos pensar?Arno Stern es el precursor de la Educación Creadora. El primero en desempeñar el rol de «asistente», una función que inventó al final de la guerra, en 1946, y que continúa ejerciendo. El Closlieu, donde se desarrolla el juego de pintar, es el espacio que creó para esta actividad y donde hizo un descubrimiento extraordinario: la Formulación.
A las observaciones que Arno Stern ha realizado durante más de sesenta años en el Closlieu, se suman sus experiencias con las poblaciones remotas en las que permaneció observando y aprendiendo, en los desiertos, la selva, el bosque virgen, y que demuestran que la Formulación es un código universal.En este libro, Arno Stern habla con un niño sobre del juego de pintar en el Closlieu pero, a través de sus palabras, también se dirige a madres y padres, docentes y educadores. Describe el nacimiento de la Formulación del niño y su evolución en todas las etapas de la vida, ya que, como veremos, no se limita al período de la infancia.
Peter Lindbergh tuvo el privilegio de acompañar a un grupo de niños en el Closlieu. Este famoso fotógrafo mostró, a través de sus imágenes, el progreso de una sesión...
Ficha técnica
Traductor: Robert-juan Cantavella
Editorial: Trampa Ediciones, S.L.
ISBN: 9788494914041
Idioma: Castellano
Título original:
Heureux comme un enfant qui peint
Heureux comme un enfant qui peint
Número de páginas: 192
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 23/10/2019
Año de edición: 2019
Plaza de edición: Barcelona
Colección:
TRAMPA
TRAMPA
Número: 5
Alto: 21.5 cm
Ancho: 14.0 cm
Grueso: 1.1 cm
Peso: 278.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Arno Stern
Arno Stern (Kassel, Alemania, 1924). Investigador y pedagogo, precursor de la Educación Creadora. En 1933, se ve obligado a huir junto a sus padres de la Alemania nazi por su ascendencia judía. Tras haber pasado gran parte de su adolescencia en un campo de trabajos forzosos en Suiza, preparado así por la vida de una forma tan singular, Arno acepta su primer encargo e ingresa, en 1946, en una institución para huérfanos de guerra iniciando, sin saberlo, el trabajo que le ocupará para siempre, con un grupo de niñas y niños judíos, huérfanos de guerra, a los que va a poner a pintar. Con apenas 22 años, Arno carece de ideas previas acerca de lo que va a hacer y no tiene conocimiento alguno de lo que por esa época se piensa, se practica o se ha publicado sobre los dibujos de los niños. Tiene a los niños pintando allí y pone sus cinco sentidos en las necesidades materiales que van apareciendo, en las demandas que le hace cada niño para atenderlas de la mejor manera posible sin imaginar la trascendencia de lo que está haciendo. Dotado de una mirada inocente y atenta, de inmediato comprende el papel primordial del juego que provoca y decide crear el Closlieu: un espacio con las condiciones óptimas para llevar a cabo el juego de pintar. Arno Stern ha dedicado más de setenta años a su trabajo y sigue en activo. Ha participado en congresos (en Bristol como experto técnico de la UNESCO), en Berkeley, Barcelona, Treviso, Ravenna… da innumerables conferencias y cursos, en universidades, museos, escuelas y centros culturales de todo el mundo. Crea talleres en hospitales, escuelas, centros sociales e instituciones culturales. Dirige el Closlieu, taller donde se lleva a cabo el juego de pintar, que abrió en París, ciudad donde reside. Es el fundador del Instituto de Investigación en Semiología de la Expresión y cuenta con la colaboración de biólogos, antropólogos, genetistas, psicólogos, neurofisiólogos y prehistoriadores, entre otros. Es autor de varios títulos publicados en Francés, inglés, alemán, italiano, polaco y hebreo. Sus libros traducidos al castellano son «Del dibujo infantil a la semiología de la expresión» (Samaruc, 2016) y «Feliz como un niño que pinta» (Trampa ediciones, 2019).