En una ciudad cualquiera, en un edificio cualquiera un conejo blanco, metáfora de los anhelos, recorre cada apartamento narrando y encadenando instantáneas íntimas de sus habitantes. Cada historia es un índice que nos abre la vida de quien trata. Todos esos sueños se condensan y disipan en la oscuridad de la noche que habita bajo los cimientos. Con un dibujo suave, casi Näif, Gabriella Giandelli desgrana dramas cotidianos en blanco y sepia, como fotografías antiguas.