Desde el día en que asistió impotente a la agresión de su novia Elsa por parte de unos desconocidos, un joven de diecinueve años se ha recluido en un jardín público, separado del resto del mundo por muros invisibles. Durante el día se ocupa en plantaciones fetichistas y en artesanías curiosas, que le recuerdan a Elsa; durante la noche, vive en compañía de gentes extrañas y perros vagabundos.