Algo que les indigna. Ver el magnífico desierto del Oeste norteamericano desfigurado por las grandes companías industriales. Por eso, estos cuatro rebeldes deciden plantarle cara a la «gran máquina»: un ex boína verde veterano de Vietnam, adicto a la cerveza y otros peligros; un cirujano madurito pero incendiario; su bravucona amante y asistenta, exiliada del Bronx, y un guía mormón, polígamo y nostálgico que se siente fuera de su comunidad. Con el simple poder de sus tenazas —bueno, y algo más—, comienzan a luchar contra todo aquello que tanto afea su desierto (maquinaria, obras, puentes, tendidos eléctricos...) con un objetivo claro, la maldita presa de Glen Canyon.
Edward Abbey cuenta en esta hilarante joya cómica la conjura de cuatro divertidos "quijotes", nada correctos, que se lanzarán a la persecución de todo aquello que pretendidamente llaman "civilización" y que no hace otra cosa que subvertir "el orden natural" de las cosas.
Sin duda, una denuncia de los excesos del mundo de las corporaciones industriales y del consumismo, un canto a la naturaleza y un himno a la desobediencia civil. Sin duda, una historia tan subversiva como su propio brío tragicómico. Sin duda, toda una larga travesía por el desierto.
Ficha técnica
Editorial: Books4pocket
ISBN: 9788415870036
Idioma: Castellano
Número de páginas: 576
Tiempo de lectura:
13h 47m
Encuadernación: Tapa blanda bolsillo
Fecha de lanzamiento: 06/11/2013
Año de edición: 2013
Plaza de edición: Barcelona
Especificaciones del producto
Escrito por Edward Abbey
(29 de enero de 1927, Home-14 de marzo de 1989, Oracle, Arizona) fue un escritor y ambientalista estadounidense. Trabajó como guarda y vigía forestal para el National Park Service. Escribió varias novelas y ensayos, algunos de ellos auténticos hitos sobre activismo medioambiental y la intrusión de la cultura de consumo en el entorno natural del oeste norteamericano. Hoy se consideran clásicos en EE.UU. tanto su novela La Banda de la Tenaza ( The Monkey Wrench Gang) (1975) como su ensayo Desierto solitario (1968). Directa y explícita, como la mayoría de sus novelas, Sol negro se considera sin embargo una rareza por su tono abiertamente sentimental y por el posible reflejo de un duro momento autobiográfico –Abbey la escribe tras la pérdida de su esposa, Juddy Pepper, en 1970, por una leucemia–. Siempre la consideró su mejor novela.