Al estudio grafológico de la firma lo he llamado la “asignatura pendiente”, porque ha sido bastante olvidada por los grafólogos. Hay movimiento grafológicos que incluso “ignoran” la firma, porque, dicen: “muchas veces es un garabato ilegible o un signo en clave, no interpretable”. En este momento profundizar en la interpretación compleja de la firma es un valor en alza, porque se escribe cada vez menos y nos queda el valuarte de la personalidad, reflejado en el compuesto que nos representa a todos: la firma-rúbrica, camino áureo para penetrar en el YO más íntimo, sin fingimientos ni engaños. En la escritura vemos la máscara social que nos acompaña, pero la firma es el lugar donde se descubre la persona y sus niveles de superación de los muchos caminos que recorremos los humanos en pos del encuentro con nosotros mismos. De ahí la importancia de la firma para el conocimiento de la persona humana. Siempre he dicho que de disponer solo de un elemento (texto o firma), yo siempre prefiero la firma. Este libro aporto uno de los primeros pasos para penetrar en el secreto de la firma-rúbrica.