—¡Yo me pido Robin Hood!—Y yo… ¡el mago Merlín!—¡Pues yo me pido el hada de Pinocho!—¡Y yo, Peter Pan!—¡Y yo, Ricitos de Oro!—¿Y tú? ¿Quién te pides tú?—¿Yo? Roald Dahl. La niña que pidió ser Roald Dahl nos brinda en su relato un sincero homenaje a tan fabuloso escritor de cuentos infantiles.