La colección publica obras singulares en el campo de la filología, literatura (temas concretos) y bibliografía. Los primeros volúmenes marcan precisamente la intención primordial de la colección: erudición y crítica. SUMARIO: Introducción biográfica y crítica (7) Vida y obra de Juan de Mena (11) La vida (11) La obra en prosa (15) La obra poética (18) El Laberinto de Fortuna (21) Argumento (22) Temática (23) Estructura (24) Fuentes (25) Género (27) Lengua y estilo (28) Métrica (30) Los códices utilizados (33) El stemma (60) Las ediciones del Laberinto (75) Criterios para el establecimiento del texto crítico (81) Bibliografía (87) El Laberinto de Fortuna (91) Abreviaturas utilizadas en las notas (257) Índice de los vocablos explicados en nota (259) Apéndices (269) 1. Cuerpo de variantes (271) 2. Los encabezamientos y sus variantes (361) 3. Variantes de las ediciones antiguas (379) 4. Inventario de los versos parcialmente o casi totalmente ilegibles de los códices BM2, HH1, SM1 y SV2 (418).
Ficha técnica
Editorial: Castalia
ISBN: 9788470397219
Idioma: Castellano
Número de páginas: 432
Encuadernación: Encuadernación en tela
Año de edición: 1995
Plaza de edición: Madrid
Alto: 25.0 cm
Ancho: 18.0 cm
Especificaciones del producto
Escrito por Juan de Mena
Juan de Mena (Córdoba, 1411-Torrelaguna, 1456) fue testigo de excepción de las vicisitudes políticas y culturales en la corte castellana de Juan II y protagonizó un proceso que pocos autores han podido arrogarse: la creación de una nueva lengua poética, constituida en modelo indiscutible durante más de medio siglo, en el tránsito de la Edad Media al Renacimiento. Huérfano de padre a poco de nacer, se crio con ayuda de parientes. Esta circunstancia y el no ser primogénito explican su aplicación al estudio, seguramente orientado desde un principio hacia la carrera eclesiástica o el funcionariado secular. Ya con veintitrés años, hacia 1434, marchó a estudiar a Salamanca, pero se desconoce su grado académico, si es que lo completó; de su obra se desprende una buena formación en artes. Consta su estancia en Florencia en 1442-1443, al servicio del cardenal español Juan de Torquemada, y quizás estuvo antes o después de esas fechas en Roma. Regresado a Castilla, se convirtió en autor reputado y desarrolló una carrera profesional como funcionario en su Córdoba natal. Llegaría a ser cronista regio (documentado desde 1448) y secretario de cartas latinas de Juan II. Ya en tiempos de Enrique IV falleció a su paso por la villa madrileña de Torrelaguna, donde recibió sepultura.