Luis Sepúlveda (Ovalle, Chile, 1949 - Oviedo, 2020) empezó la publicación de su obra en Tusquets Editores en 1993, con la célebre novela Un viejo que leía novelas de amor, traducida a numerosos idiomas, con ventas millonarias y llevada al cine con guion del propio Sepúlveda, bajo la dirección de Rolf de Heer. Le siguieron las novelas Mundo del fin del mundo y Nombre de torero, el libro de viajes Patagonia Express, y los volúmenes de relatos Desencuentros, Diario de un killer sentimental y La lámpara de Aladino. Su novela El fin de la Historia significó el retorno de Sepúlveda al protagonista de Nombre de torero, Juan Belmonte, con una investigación a la manera de Chandler. Con Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar, Sepúlveda se convirtió en un clásico vivo para muchos jóvenes y escolares. Le siguieron, en volúmenes ilustrados, Historia de Mix, de Max y de Mex, Historia de un perro llamado Leal, Historia de un caracol que descubrió la importancia de la lentitud e Historia de una ballena blanca.
Nacido en Granada en 1957, había ejercido el periodismo y publicado dos libros de corte histórico La epopeya de los locos (Seix Barral, 1990) y Las naves del tiempo (1992)− antes de dedicarse por entero a la literatura de ficción. Su primera novela, Carta del fin del mundo (1996), cosech— encendidos elogios dentro y fuera de nuestras fronteras, y El Converso (1998) supuso su consagración definitiva. También ha publicado las obras Una belleza convulsa (2001) y A pedir de boca (2005), y ha participado, entre otras, en las antologías Cuentos apátridas (1999), Cuentos del mar (2001) y Tu nombre flotando en el adiós (2003). En la actualidad reside en París.