LAS ORILLAS DE C. J. CELA

Decir que Camilo José Cela fue un gran escritor, no es ni una exageración, ni un halago inmerecido. Cela fue—posiblemente—el mejor escritor español en lengua castellana del sigloXX. Hay quien no está de acuerdo con esta posibilidad y, precisamente, en esa discrepancia se encuentre la razón de tal aseveración.Cela nació escritor y murió escritor. Una vez le preguntaron cómo definiría al escritor o al oficio de escritor y él contestó:"De todos los oficios conocidos, el de escritor es el más duro, el más obsesionante, el más esclavizador".Y, así es de cierto. Cela abrazó la escritura y el oficio de escritor desde muy joven. Cuando tenía 20 años escribió su primer libro, un poemario titulado Pisando la dudosa luz del día que no se publicaría hasta 1945, cuando ya había escrito tres títulos: La familia de Pascual Duarte (1942); Pabellón de reposo (1943) y Nuevas andanzas y desventuras de Lazarillo de Tormes (1944).En estos tres primeros libros, Cela ya identificó cuáles serían sus"estilos de escritura"al proporcionarnos los diferentes matices existentes en cada uno de ellos y que más tarde conformarían todo su universo literario.Cela fue escritor, fue poeta y... Cela fue pintor. Sobre la faceta de Cela como pintor, nadie se ha atrevido a escribir ni una sola línea ni antes ni después de su muerte. En cuanto al Cela Poeta, otro tanto. Siempre han existido temores, nunca confesados, a reconocerlo como tal. Él se quejó de ello en más de una ocasión. Hoy, en este libro, sí se habla de Cela poeta, sí se habla del Cela pintor, y como no podía ser de otra manera, se habla del Cela escritor.Cela escritor, poeta, pintor. Cela y sus"apuntes carpetovetónicos"; Cela y su ironía cruel y desgarrada; Cela y su personaje primitivo y elemental La familia de Pascual Duarte; Cela y sus páginas tiernas y desgarradas Pabellón de reposo; Cela y el lirismo por su tierra natal: Mazurca para dos muertos o Madera de Boj.Y estas fueron las Orillas de c.j. Cela, sus orillas. Las otras, las que él no escribió, fueron escritas por aquellos que más que amarle le odiaron sin que nunca"sus razones"—si es que las tuvieron—quedaran suficientemente demostradas.