"Marai apagó la luz una vez más en esa noche. Eran más de las tres de la madrugada y al día siguiente su despertador sonaría a las siete como cada mañana...
Lolo es un relato que impacta; lleno de frescura y nostalgia. Una narración sin concesiones ni extravagancias, plena de interés.
Sensaciones y sentimientos, paisaje real y paisaje psicológico, en los que el tiempo se acelera o retarda: el ciclo de las estaciones, el paso de las horas, la realidad actual, la del diario reencontrado y el ordenador. Mundos íntimos y creíbles logrados con un lenguaje depurado y preciso.
En definitiva, la evocación de los días de esplendor en los que Marai descubrió el pequeño mundo de Lolo.
Un ejercicio exquisito de rescate de la memoria que cautiva desde las primeras líneas".