En Los amigos, los amantes y la muerte, Gabriel Miró intensifica el uso del lenguaje y se centra sobre todo en una enigmática condición terrenal y mortal de los personajes, acto que lleva a desembocar en la aflicción de éstos. El lenguaje utilizado para tal menester es un lenguaje poético, pero no nos llevemos a engaño, Miró no es un poeta. Su prosa tiene tanta riqueza que los sentimientos del lector afloran con más énfasis que con las lecturas de cualquier poema. Miró es un prosista que nos permite alcanzar toda la conciencia y comprensión de la delicadeza propia y ajena. Se intuyen en todas sus palabras un carácter y una personalidad que son responsables de toda la rica amalgama de su prosa...Gabriel Miró (Alicante, 1879-Madrid, 1930). Colaborador en la prensa escrita catalana, concretamente en La Vanguardia y en el Diario de Barcelona y en la prensa madrileña, en Los Lunes de El Imparcial y en Heraldo de Madrid . Ganador del concurso El Cuento Semanal, premio que le lanza al reconocimiento literario...La mujer de Ojeda, título de su primera novela, data del año 1901, a esta seguirán Hilván de escenas y Del vivir, de 1903 y 1904 respectivamente. De 1908 data La novela de mi amigo y de 1910 Las cerezas del cementerio. Su mayor reconocimiento le llega con Nuestro Padre San Daniel (1921) y con la segunda parte de éste, El obispo leproso (1926)
Ficha técnica
Editorial: Bringas y Thiers
ISBN: 9788412022117
Idioma: Castellano
Número de páginas: 134
Tiempo de lectura:
3h 7m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 31/12/2019
Año de edición: 2019
Especificaciones del producto
Escrito por Gabriel Miró
Gabriel Miró (Alicante, 1879-Madrid, 1930). Su obra es una de las más bellas de la literatura española, plena de verdad estética que es también verdad ética, y lo es en toda su extensión e integridad. Su valor no radica solo en contener esas obras maestras reconocidas, como lo son su novela doble Nuestro Padre San Daniel (1921) y El obispo leproso (1926), o sus Figuras de la Pasión (1916-1917), o la admirable novela lírica Años y leguas (1928), que suelen ser sus títulos más conocidos: es toda su obra la que alcanza la altura de lo que solo puede ser definido como plenitud literaria.