LOS SECRETOS DE NORAH

La infancia de Norah Shanff debería haber sido feliz o, al menos, no más complicada que la de cualquier otra niña francesa perteneciente a una familia bien situada, y que hubiera tenido la suerte de tener una madre cariñosa como la suya. La mayoría de niñas francesas, sin embargo, no tenían que sufrir un padre como el que a ella le había tocado en suerte, un individuo cruel y perverso que se arrogaba el derecho a someter a las mujeres a su cargo a todo tipo de agresiones, humillaciones y vejaciones. El futuro de Norah se ensombreció aún más cuando emigró con su familia a Argelia, país del que eran originarios sus padres, y las posibilidades de escapar de su infierno se redujeron drásticamente. En tierras argelinas, Norah descubrió que sus abuelos y tíos no parecían sino apoyar el comportamiento inhumano de su padre, al tiempo que era testigo de la grave crisis política y social que azotaba al país. Por todo ello, y a pesar de su carácter valiente y su ánimo decidido, que la llevaron a desafiar tanto las injusticias de su padre como las normas y costumbres de una sociedad al borde de una guerra civil, la indomable Norah cada día tenía más claro que, para aspirar a una vida normal e intentar ser feliz, sólo había una opción: huir, con su querida madre y hermanos, lejos de aquel hombre, lejos de aquel país. Nunca imaginó que aquella huida supondría tanto sufrimiento personal...